Miembros de la Guardia Civil se llevan detenido, el martes pasado, a Mudhar Hussein Almalki. :: JOSÉ JORDÁN / AFP
ESPAÑA

El cabecilla islamista de Valencia propuso a Al-Qaida asesinar a Aznar y a Solana

Almalki distribuyó entre 70.000 yihadistas manuales sobre ataques terroristas y envenenamientos masivos

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

No era un reclutador más ni un yihadista de salón. Mudhar Hussein Almalki, el jordano-saudí detenido el martes en Valencia, era uno de los máximos responsables de Al-Qaida en el adoctrinamiento en Internet y un cabecilla integrista con una creciente influencia entre los islamistas violentos de todo el mundo que comparten su experiencias en la red, según las pruebas recopiladas por la Guardia Civil. Por eso, los especialistas de la Jefatura de Información del instituto armado se han tomado muy en serio la propuesta que el Almalki hizo en 2011 a los «dirigentes de la yihad» para matar al expresidente José María Aznar y al ex secretario general de la OTAN entre 1995 y 1999, el también español Javier Solana, como castigo por sus «crímenes cometidos contra los musulmanes».

El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz decretó ayer el ingreso incondicional en prisión del detenido, acusado de integración armada. Al magistrado no le cupieron muchas dudas sobre las actividades yihadistas Almalki, habida cuenta de la «ingente cantidad» de archivos incitando a la guerra santa y manuales terroristas incautados en su domicilio del número 14 de la avenida Juan XXIII de Valencia y de la infinidad de correos interceptados desde que la Guardia Civil pinchara su conexión a Internet en febrero del pasado año.

Solo cuatro meses después de que comenzara el espionaje de su ADSL, el jordano comenzó su particular campaña para proponer asesinar a los «criminales de guerra» Aznar y Solana. El 11 de junio de 2011, en uno de los principales foros yihadistas de la red, 'Al Shimukh' llamó a los radicales a elaborar una «lista con nombres de personas activas en la guerra de alianza sionista-cruzados en contra de nuestra Umma».

Almalki inauguró él mismo ese elenco, plagado de retórica yihadista y gritos de «sangre, destrucción, sacrificio y aniquilación» con los nombres de los dos políticos españoles, a los que unió a George Bush (padre e hijo), al «falso Obama», a Bill Clinton, a Tony Blair o a la exsecretaria de Estado norteamericana Madeleine Albright.

Ese llamamiento a las células de Al-Qaida a atentar contra Aznar y Solana inquieta -y mucho- a las fuerzas de seguridad, por el perfil y ascendencia del detenido. Según explica en su auto el juez Pablo Ruz, el arrestado en Valencia es desde 2005 dirigente de una de las principales franquicias de Al-Qaida, 'Ansar Al Mujahideen', hasta el punto de ser «miembro veterano» de su cúpula, el «consejo consultivo de la Shura».

Tan preocupantes como sus amenazas a los dos exdirigentes españoles son las actividades de Hussein Almalki a la hora de difundir doctrina yihadista. El detenido usaba y administraba dos conocidísimas salas de chat, tres foros y una página de intercambios de archivos para distribuir «todo tipo de material de exaltación del salafismo, de los grupos terroristas de esa ideología, manuales sobre adiestramiento, fabricación de artefactos explosivos, gases, venenos o reclutamiento».

Seguidores

Su popularidad en la Red, donde era considerado por sus correligionarios como un «veterano», le llevaron a tener numerosos seguidores en todo el globo. Según la investigación de la Unidad Central Especial 2 de la Guardia Civil, solo hasta noviembre del año pasado sus archivos fueron descargados por 70.874 seguidores. Unos documentos, en palabras del juez, que eran verdaderos «manuales y enciclopedias de entrenamiento terrorista».

Los títulos de algunos de esos archivos dan cuenta de su peligro: el pasado julio brindó a los yihadistas internautas un «curso sobre venenos y gases venenosos más populares»; en agosto fue el archivo «destruye sus hogares con sus propias manos»; en noviembre el «programa del oficio del terrorismo»; y en diciembre «curso de explosivos del jeque Abu Khaba Almasri». Los documentos incautados en su domicilio son igualmente clarificadores: «operaciones de martirio», «obligación de la yihad contra los infieles», «apoyo al talibán»...

Entre sus últimas aportaciones a la guerra santa en la Red, Almalki el pasado 22 de marzo hizo una loa en forma de post de Mohamed Merah, el islamista que mató a siete personas en Toulouse.