El líder de CC OO en la cabecera de la manifestación que recorrió las calles de la capital. :: ÓSCAR CHAMORRO
Jerez

«Sabemos que esto hay que ganarlo en el tiempo y en la calle»

Los sindicatos hablan de éxito de la convocatoria, ayudados por los sectores donde la lucha sindical sigue muy vigente

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A los sindicatos se les planteaban varias batallas en la víspera del 29M y que podrían hacerles ganar o perder credibilidad para movilizar a los trabajadores y la más importante, capacidad de influencia y presión para hacer doblegar al Gobierno central y que éste modifique la reforma laboral. De la primera pugna salieron airosos, aunque el impacto de la huelga no fue tan vistoso en Cádiz como en otras ciudades donde hubo manifestaciones vespertinas multitudinarias. En cuanto a hacer cambiar al Ejecutivo, está por ver, pero el presidente Rajoy ya avisó que esta huelga no iba a servir para nada.

Esa opinión no tenía hueco ayer detrás de la pancarta que abrió la manifestación por las calles de la capital gaditana. CC OO y UGT cifraban en un 85% el seguimiento de la protesta, que una vez más tuvo como motores claves los sectores con fuerte presencia sindical en sus empresas. Ni patronal ni centrales sindicales negaban ayer que en el transporte, la industria naval o del metal la participación fue masiva. Quizás fue la única lectura en la que coincidieron ambas partes. Desde CC OO se cifraba en un 100% de seguimiento. «Estamos contentos porque todos y todas rechazan lo que venimos reivindicando, la reforma laboral, y para defender lo público, la sanidad, la dependencia, la educación y las políticas de igualdad», señalaba ayer el líder de CC OO en la provincia, Manuel Ruiz.

Ruiz dejaba claro que el país entra en un periodo duro de reivindicación en la calle como respuesta a los ajustes y recortes que está aplicando el Gobierno, empujado por la UE que exige un cumplimiento del déficit acordado: «Comenzaremos a trabajar en la programación de nuevas movilizaciones en cuanto hayamos hecho el análisis y la valoración general de la respuesta conseguida, tanto en la provincia como en Andalucía, porque sabemos que esto hay que ganarlo en el tiempo y en la calle».

Su homólogo en UGT, Salvador Mera, se mostraba aún más optimista por la mañana y esperaba que al transcurrir la jornada, que calificó «de éxito», el seguimiento de la huelga sería pleno en todos los sectores. Algo que no ocurrió finalmente, ya que hubo comercios que fueron abriendo conforme los piquetes se alejaban.

En la misma línea que Manuel Ruiz, el secretario general de UGT anunció que la protesta de ayer es solo «una primera etapa» y que «la movilización continuará».

Igual de motivados con la respuesta ciudadana se mostraban en la CGT. Su secretario de organización en Andalucía, Félix Cervera, aseguraba que la protesta había tenido «un seguimiento aún mayor que la pasada huelga del 29 de septiembre de 2010, pese a la enorme campaña de desprestigio».

El frente sindical español no funciona como una única voz unitaria incluso en citas claves como una huelga general. La nota discordante la ofreció ayer CSIF, que denunció coacciones a empleados que habían optado por trabajar. «El cierre de fábricas, grandes establecimientos y del resto de negocios se ha debido más a la imposibilidad de acceder al puesto de trabajo que a un verdadero seguimiento del paro», indicaba ayer el sindicato en un comunicado, que acusaba también a las administraciones de haber facilitado «incluso incitado a que los empleados pidieran un día de asuntos propios o de vacaciones, cuando en anteriores convocatoria nunca se había permitido».