
«No soy responsable de la ley del silencio»
La UEFA obliga a hablar a Mourinho y el técnico portugués contradice a Butragueño
MADRID. Actualizado: GuardarObligado por la UEFA a comparecer en rueda de prensa, bajo amenaza de una sanción económica, pero con muy pocas ganar de hablar la víspera del partido contra el Apoel de Nicosia, José Mourinho contradijo ayer a Emilio Butragueño al manifestar que él no es el responsable de la ley del silencio. Butragueño reconoció el domingo que la decisión de no realizar declaraciones tras el empate ante el Villarreal fue «una postura tomada por el cuadro técnico y el vestuario», pero Mourinho dejó en evidencia al director de Relaciones Institucionales del Real Madrid con unas manifestaciones que ponen en entredicho la estrategia de comunicación del club blanco.
«No es verdad lo del silencio. No tengo que justificar, pero no soy yo el responsable ni he sido yo el que ha determinado absolutamente nada», sentenció con gesto serio el técnico portugués cuando se le preguntó por la prohibición a sus futbolistas y también a su ayudante, Aitor Karanka, quien tampoco habló antes ni después del último partido contra la Real Sociedad. A la segunda cuestión cortó de forma tajante cualquier referencia a la mordaza, obligada por un entrenador que espera que tras el choque de hoy en la capital chipriota «se hable de los jugadores del Madrid y del Apoel, y no del árbitro (el alemán Felix Brych)».
Incluso fue Mourinho quien, después de negarse a responder varias preguntas, dio por terminada la conferencia de prensa oficial al cortar de forma inesperada a Khedira. Se le consultó al jugador tunecino por la opinión de la plantilla sobre el 'silencio stampa' y Mourinho y Khedira se levantaron de la silla y abandonaron la sala de prensa para llevar a cabo el entrenamiento a la eliminatoria más desequilibrada de los cuartos de final de la 'Champions'. Entre el club más rico del mundo (500 millones de presupuesto) y el más pobre de los supervivientes de la gran competición (ocho millones). También entre el segundo más goleador de Europa (24 tantos, con una media de tres tantos) y el menos realizador (siete), entre otras estadísticas desiguales. Aunque Mourinho augura un partido «difícil» en Nicosia, el técnico luso no niega la evidencia: «Yo asumo la responsabilidad de decir que somos obviamente los favoritos, por nuestro potencial económico y deportivo».
Aun sin su eje en el centro del campo, el sancionado Xabi Alonso, cuyo sustituto es la única incógnita para enfrentarse al animoso Apoel, que apela a sus aficionados para intentar resistir frente a uno de los dos grandes favoritos a conquistar la Copa de Europa.
Para el Apoel, Nicosia y Chipre, la cita es histórica, y recibir a los blancos ya es una fiesta. Se da por hecho que el Real Madrid estará en las semifinales por mucho que el GSP Stadium pretenda ser una caldera contra los madridistas y, en concreto contra Cristiano Ronaldo. El crack luso llamó el pasado mes de septiembre «anormales» a los seguidores locales tras un amistoso Chipre-Portugal en el que no se le dejó de recordar a Messi cada vez que tocaba el balón, pero lejos de echar más leña al fuego, el técnico del Apoel, Ivan Jovanovic, ha solicitado a la afición que no repita su actitud.