Murdoch desvela la financiación ilegal de los conservadores británicos
El tesorero del partido ofreció a dos periodistas encubiertos una cena con Cameron a cambio de donar 300.000 euros
LONDRES. Actualizado: GuardarUn tesorero del Partido Conservador ofreció a dos periodistas de 'The Sunday Times' que se hicieron pasar por gestores de un fondo de capitales acceso privado al primer ministro, David Cameron, y a sus ministros para influir en la política del Gobierno británico, siempre que estuvieran dispuestos a entrar en la 'liga Premier' de los donantes, pagando unos 300.000 euros anuales.
La publicación ayer del resultado de una indagación por el dominical, que es propiedad de Rupert Murdoch, ahora investigado por posibles prácticas ilegales de periódicos de su grupo, forzó la dimisión del tesorero, Peter Cruddas, que es también uno de los mayores donantes del partido, y obligó a a Cameron a prometer una investigación interna.
«Lo que ha ocurrido es totalmente inaceptable», dijo el primer ministro a la BBC en una breve declaración. «Esta no es la manera en la que recaudamos fondos en el Partido Conservador». Ed Miliband, líder del Partido Laborista, que fue acusado en la época de Tony Blair de otorgar títulos a sus donantes, pidió una investigación por el Comité de Estándares en la Vida Pública.
El origen de la investigación fue una conversación entre Sarah Southern, íntima colaboradora de Cameron cuando era líder de la oposición y que forma parte ahora de un firma de lobby, y un colega de su oficio, Mark Adams, que fue secretario privado de John Major y Tony Blair y es miembro del Partido Laborista. Southern alardeó en la charla del dinero que ganaba ofreciendo acceso al primer ministro.
Adams entabló contacto con el equipo de investigación de 'The Sunday Times', que contrató los servicios de Southern pretendiendo ser directivos de un fondo de capitales con clientes en Oriente Próximo. La excolaboradora de Cameron les ofreció formas de patrocinio de eventos del partido que les dieran acceso a gente importante y finalmente los condujo hacia Peter Cruddas, que es uno de sus dos tesoreros y miembro de su comisión de control.
En una reunión celebrada este mes en su firma bursátil, Cruddas descartó inicialmente que se pudiese comprar el acceso al Gobierno con dinero y advirtió de que donaciones de 10.000 euros no son suficientes. Pero 300.000 les harían miembros de la 'liga Premier' y eso daría acceso a cenas privadas con ministros, incluido el responsable de Hacienda, George Osborne, encuentros con Cameron e influencia.
Los periodistas dijeron que sus clientes estaban interesados en adquirir la empresa pública de correos, Royal Mail, y Cruddas les explicó que su donación les abriría la puerta de la oficina política del primer ministro, que recibiría sus propuestas para ser estudiadas junto a otras. Cameron les acogería en Downing Street y en su residencia oficial de fin de semana y podrían allí preguntarle sobre «cualquier cosa».
El último obstáculo era que la sede de los supuestos inversores estaba en el paraíso fiscal de Liechenstein. Las donaciones de extranjeros están prohibidas. Cruddas explicó que hay maneras de solventar ese problema y Southern les escribió después un correo electrónico cifrado en el que les explicaba que podrían crear una compañía británica o realizar las donaciones a título individual.