Un ingeniero de minas con escasa experiencia de gestión
Javier Fernández Secretario general del PSOE asturiano
MADRID. Actualizado: GuardarCuando Vicente Álvarez Areces, el que fuera durante 12 años presidente de Asturias, se decidió finalmente a dar un paso atrás todos los ojos se posaron sobre Javier Fernández. No era la primera vez. Su nombre había sonado ya para las elecciones autonómicas de 2007, pero su antecesor resistió las presiones internas y de Madrid, y se mantuvo firme en su empeño de presentarse a la reelección. Aunque quedó solo un escaño por encima del PP, pudo gobernar. Fernández siguió como secretario general de los socialistas asturianos, un cargo al que llegó a finales del 2000.
A pesar de su larga experiencia política, este ingeniero de minas de 64 años, hijo de republicanos y vinculado con la Federación Socialista Asturiana desde 1996, tiene una escasa trayectoria en la gestión pública. En 1999, después de tres años de diputado en el Congreso, regresó a Asturias para hacerse cargo de la Consejería de Industria, Comercio y Turismo, pero apenas ejerció el puesto un año. Al asumir el liderazgo del partido, abandonó el Gobierno. Sus partidarios, y en Ferraz tiene muchos, ponen en valor un carácter pausado, pero firme, que le ha permitido controlar el complicado partido asturiano durante todos estos años. Desde que ganara el 25º Congreso Regional por un escaso margen no se ha vuelto a ver en el PSOE asturiano una lista alternativa. Pero la tarea que tiene por delante es mucho más ardua.
La antaño pujante sociedad asturiana hace tiempo que anda sumida en un sentimiento de abandono que la crisis no ha hecho más que agravar. La enorme fragmentación del Parlamento del Principado obligará a forjar pactos y alianzas que impidan una nueva situación de bloqueo como la que empujó a Francisco Álvarez-Cascos a adelantar las elecciones en un auténtico órdago a PP y PSOE.