Jaume Bosch, en una rueda de prensa en Sant Boi. :: A. ESTÉVEZ / EFE
ESPAÑA

El alcalde de Sant Boi deberá aclarar si Blanco le pidió un favor para un amigo

El regidor catalán declara hoy en el Supremo por una licencia que su consistorio concedió al empresario Orozco

MADRID. Actualizado: Guardar
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Jaume Bosch, alcalde de Sant Boi (Barcelona), declara hoy como testigo en la causa que se sigue en el Tribunal Supremo contra el exministro de Fomento José Blanco, investigado por cohecho y tráfico de influencias en el marco del 'operación Campeón', la trama de subvenciones públicas en Galicia que afecta a políticos y empresarios.

Bosch deberá aclarar uno de los indicios contra Blanco por tráfico de influencias que indaga el juez José Ramón Soriano. En concreto, si el exministro intercedió ante el regidor socialista para que su consistorio le concediera una licencia para construir una nave al vicepresidente de la empresa de transportes Azkar, José Antonio Orozco, amigo de la infancia de Blanco e imputado en la causa.

El juez Soriano cuenta con conversaciones telefónicas y mensajes de móvil entre Blanco y Orozco en las que hablan de la licencia. «¿El alcalde es nuestro?», pregunta el exministro a Orozco, quien, después de recibir la confirmación de que pertenece al PSC, se compromete a concertarle una cita. «Te hago una gestión y te recibe. No hay ningún problema».

En la transcripción de otra conversación intervenida por Vigilancia Aduanera entre Orozco y otra persona no identificada, fechada a 11 de febrero de 2011, el empresario comentó que «siempre es bueno tener un amigo en el Gobierno» tras entrevistarse con el alcalde.

«Ayer estuve con el alcalde de Sant Boi, en el aeropuerto de Barcelona, que es donde estamos haciendo la nave (...) Nos han dado todo tipo de facilidades», cuenta Orozco, que añade que cuando se reúne con Blanco procura no quedar «en ningún sitio notorio, donde se nos pueda ver. Y él me va arreglando las cosas».

«Poner al día»

Precisamente, durante su declaración como imputado en el Supremo, el propio Orozco reconoció haber informado al exministro de los problemas administrativos que tenía con esa licencia de Sant Boi, donde tenía previsto construir una plataforma logística que iba a dar empleo a 400 personas.

Orozco le dijo al juez que no le pidió a Blanco que interviniera para solventar los obstáculos, sino simplemente que le puso al día de la situación de la licencia. No obstante, días después el empresario recibió una llamada del secretario de Estado de Transportes, Isaías Táboas, para concertar una reunión con el alcalde, como al final ocurrió.

Táboas también declaró ante el juez que sus gestiones fueron «meramente informativas» y las encuadró en los numerosos asuntos que cada día el ministro le decía que mirara por ser competencia de Fomento. «Blanco me pidió varias veces, durante los 13 meses que estuvo en el puesto, que se miraran asuntos en los que estaban implicadas empresas. No hubiera recordado la gestión con Azkar si no fuera por su repercusión», dijo al magistrado.

Por su parte, el que fuera director de Gabinete de Blanco, Javier Hurtado, reconoció al juez que su jefe le dijo que preguntase a Aviación Civil si existía algún problema en Sant Boi con una autorización de Azkar y le contestaron que dicho permiso dependía de un informe de AENA que iba con retraso, pero que estaría listo en 15 días.