Pragmatismo y soberanismo

Convergència Democràtica de Catalunya, la principal fuerza nacionalista de la comunidad autónoma y miembro principal de la coalición CiU, actualmente en el poder en la Generalitat, celebra este fin de semana su 16º Congreso entre el pragmatismo suscitado por el hecho de tener que gobernar en plena crisis económica y una pulsión soberanista creciente. Vertiente independentista que, según la propia formación, arranca de la frustración de la reforma estatutaria y se manifiesta en la reivindicación del pacto fiscal. En este congreso, que consolida el liderazgo de Artur Mas, Oriol Pujol, hijo del fundador de CiU y futuro secretario general del partido, ha reiterado la concepción de la fuerza política como un «movimiento» que no sería ni de derechas ni de izquierdas, ni independentista ni no independentista. Pese a ello, el discurso de fondo, en un marco ambiental cargado de 'esteladas' -la bandera de Cataluña independiente-, es crecientemente soberanista. La coyuntura actual, realmente crítica, parecer recomendar que las preocupaciones políticas se centren en procurar la salida de la recesión, designio en el que CiU necesita al PP, que le concede estabilidad en Cataluña. No tendría demasiado sentido que esta cooperación fecunda sirviese a la postre para intensificar mensajes disolventes del Estado español.