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El Duques de Medinaceli no admite reservas por su cierre inminente
Los trabajadores del hotel, que continúan en sus puestos, agonizan sin cobrar nóminas ni paro y critican la lentitud del proceso concursal
Actualizado: GuardarEl único hotel de cinco estrellas de la ciudad muere por inanición. El Duques de Medinaceli, en concurso de acreedores desde octubre de 2010, ha dejado de aceptar reservas y todos los clientes están siendo derivados al hotel Monasterio de San Miguel. De los 22 trabajadores, que comenzaron a autogestionar el negocio en diciembre del año pasado para generar beneficios y poder así cobrar sus nóminas, quedan quince y se encuentran en una situación desesperada. Al que menos le deben cinco mensualidades y hasta que el juez de lo Mercantil no firme el Expediente de Regulación de Empleo no podrán comenzar a cobrar el paro ni tampoco acceder a otro puesto de trabajo.
Si lo hacen perderán el dinero de los sueldos pendientes y el finiquito. Ambos han sido garantizados por el Fogasa -Fondo de Garantía Salarial-, pero entretanto apenas pueden subsistir. «Estamos comiendo gracias a nuestras familias. A un compañero van a cortarle la luz». A Germán Llamas, botones, y a Juan Villegas, camarero, les deben entre 4.500 y 6.000 euros. Ambos se encontraban ayer en el hotel, que solo de noche cuenta con un guarda de seguridad.
Los empleados se turnan para permanecer en el edificio, pero ya no pueden recibir clientes porque no son suficientes para esa carga de trabajo y porque no hay dinero para pagar a los proveedores. Los administradores concursales les pidieron que siguieran manteniendo la actividad para saldar deudas y frenar pérdidas. Ellos se lo tomaron como una fórmula para que hubiera dinero en el fondo administrado por los abogados y poder así percibir sus sueldos. «Pero siempre hemos sido los últimos. Primero han cobrado los proveedores, después los abogados y por último, si ha quedado algo, nosotros». La semana pasada recibieron doscientos euros cada uno en concepto de la extra de octubre. «Pero llevamos malcobrando desde finales de 2010». Ahora, se sienten en un callejón sin salida, sin sueldo, sin indemnización y sin paro, como rehenes de una situación que ellos no han creado.
Y es que el proceso concursal se retrasó hace casi cinco meses cuando la jueza decidió sustituir a los administradores del patrimonio embargado al Grupo Jale, del empresario José Antonio López Esteras. «Pero ni el dueño del hotel, ni los abogados ni la juez se han preocupado por nosotros. En las reuniones, muy buenas palabras, pero nada más. Todo va muy lento y entretanto nosotros ya no tenemos con qué vivir».
Único en la Bahía
El silencio y la quietud laten en los pasillos y las salas de estar, decoradas al estilo clásico acorde con la condición de palacete del edificio ubicado frente a la plaza de los Jazmines y el paseo de La Victoria. Las veintiocho habitaciones, en las que ha pernoctado la Familia Real, cantantes como Julio Iglesias o actores como Penélope Cruz, están perfectamente habilitadas: desde las camas hechas hasta los minibares llenos.
No hace mucho, en agosto del año pasado, una encuesta entre clientes lo situó como el segundo de España en la categoría de hoteles de lujo. De hecho en la Bahía no hay ningún hotel de cinco estrellas, salvando Chiclana. Ahora nadie puede alojarse en él, a pesar de que había reservas para todo el año y de que el teléfono sigue sonando a diario. Como detalle, para la Motorada, que se celebrará a finales de abril, estaba completo.
Cabe destacar que este hotel es del mismo propietario que la hacienda Las Beatillas. Un cortijo para celebraciones que también ha sido embargado y sobre el que pesa una orden de demolición del TSJA por estar en suelo no urbanizable. Hace escasas semanas su mobiliario y objetos de valor fue saqueado por los ladrones, al carecer de vigilancia.