Investigan el robo de 30 kilos de cocaína del Instituto Toxicológico de Sevilla
SEVILLA. Actualizado: GuardarLa Policía está investigando el robo de 30 kilos de cocaína del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Sevilla, lo que se produce cuatro años después de que se robaran 154 kilos entre cocaína y heroína de las jefatura sevillana del Cuerpo Nacional de Policía.
El alijo de 30 kilos que ha desaparecido se envió al Instituto Nacional de Toxicología para que sus técnicos lo analizaran y determinaran su composición y pureza antes de destruirlo, informó un portavoz del Ministerio de Justicia, del que depende el instituto.
El robo se descubrió el jueves por la mañana, tras lo cual la Policía ha «entrevistado» a los responsables de la seguridad privada del edificio así como a los funcionarios del Instituto Nacional de Toxicología, según las mismas fuentes. El lugar en el que se almacenaba la droga, el servicio de química, es un lugar en principio seguro y con una cerradura de seguridad, apuntaron.
La Policía está analizando las imágenes registradas por las cámaras de seguridad del edificio, aunque aún no se han producido detenciones y no se ha podido determinar cuándo se produjo el robo de la droga.
Los 30 kilos formaban parte de varias muestras de distintos alijos de cocaína incautados por la Policía, según el portavoz del ministerio.
La estancia de la droga en el Instituto de Toxicología suele ser temporal hasta que se analizan las muestras recibidas y se obtiene la autorización judicial para destruirlas.
Por otra parte, por el robo de 154 kilos de droga de la jefatura de policía de Sevilla están en prisión el agente Lars S.M. y su cómplice Manuel A.N., cuyas esposas están libres aunque acusadas como cómplices.
El juez de instrucción número 7 ha asumido la investigación del caso, así como la Fiscalía Antidroga. Según las fuentes, el recinto donde estaba guardada la droga, denominado 'bunker', estaba cerrado con llave de seguridad, pero ésta se encontraba en un cajón, al alcance de los trabajadores u otras personas.
«Algo ha fallado en este caso concreto, por lo que habrá que reforzar las medidas de seguridad» en las instalaciones del Instituto Nacional de Toxicología y, de manera paralela, «acelerar» los procedimientos para destruir los alijos de droga, señaló el juez decano de Sevilla, Federico Jiménez Ballester, aunque dejó claro que, desde que las «muestras» de droga se remiten al instituto hasta que se pueden destruir por orden judicial, «hay un proceso» para calibrar la pureza y composición de la misma.