LA PULGA, MESSI

El miércoles por la noche Leo Mesi, escribió un nuevo episodio en las páginas de oro del F.C. Barcelona al superar al mítico César como máximo goleador en la historia del conjunto blaugrana, le hizo tres goles al conjunto andaluz. Con solo 24 años ha marcado ya 234 goles para los culés y viéndole jugar esa cifra se puede quedar en nada en unos años.

En mi vida he visto a grandes futbolistas, he sido y soy un enamorado del juego del brasileño Pelé, un futbolista irrepetible, conductor como nadie del balón y con olfato goleador. También he disfrutado viendo a Cruyff cómo repartía el juego con su selección holandesa, aquella mítica 'Naranja Mecánica' que enamoró al planeta en aquel Mundial de Alemania 74, nadie era capaz de ser tan preciso en un pase largo.

El último gran futbolista ha sido otro argentino, Diego Armando Maradona, un hombre que era capaz de regatear a su sombra y marcharse indemne del mejor marcador. Su gol ante Inglaterra en el Mundial 86, es posiblemente el mejor de la historia del fútbol, ver como sorteaba a medio equipo inglés y terminaba batiendo al guardameta adversario mientras el estadio Azteca se venía abajo, si que no tiene precio.

Pero ver jugar a Leo Messi, es una delicia para cualquier amante al fútbol, es capaz de hacer creer al aficionado lo fácil que es hacer las cosas que hace. Parece que tiene el balón pegado al pié y así sortear a cuantos adversarios le van entrando, pero no sólo es bueno en el regate, también tiene una magistral visión en dar a un compañero el último pase o provocar esa pared, que le deja solo delante del guardameta rival.

Cuando terminó el partido ante el Granada, llevaba en la mano el balón que le correspondía por hacer el correspondiente hat-trick, pero al verlo parecía un niño al que le acababan de regalar una pelota. Ojalá le dure muchos años esa ilusión por jugar al fútbol y así los aficionados a este deporte podamos disfrutar de sus diabluras muchos años.