Penas de cuatro años y medio para una red que traía droga de Colombia
Una de las vinculadas a la 'operación Marisma' cumple condena en Bogotá por haber sido pillada con droga en el aeropuerto americano
JEREZ. Actualizado: GuardarLos doce procesados en el marco de la 'operación Marisma' cumplirán penas que abarcan desde el año y medio hasta los cuatro años y medio de cárcel, en el caso de los cabecillas, por un delito contra la salud pública. Una condena que llega en virtud de un acuerdo adoptado con la Fiscalía el pasado lunes, por el que los principales acusados tendrán que afrontar también indemnizaciones de 72.000 euros.
Con ello culmina un importante operativo puesto en marcha por el Grupo de Estupefacientes de la Comisaría jerezana que arrancó en marzo de 2010, como consta en la calificación del fiscal, cuando el juez dio luz verde a unas escuchas telefónicas centradas en Vicente José M. S; su pareja, Luz Adriana P. G. y José Antonio V. R, considerados los jefes de una red de narcotráfico. Como consecuencia de las escuchas y de las vigilancias llevadas a cabo sobre estas personas, los agentes determinaron que Vicente José era el encargado de contactar con ciudadanos sudamericanos que le proporcionaban el estupefaciente que luego él a su vez distribuía a su clientela, fundamentalmente de Jerez y Lebrija.
En toda esta actividad era auxiliado por José Antonio y Luz Adriana, que hacía las veces de enlace con los suministradores colombianos, mientras que el primero de ellos era el encargado de transportar la droga a los diferentes puntos de destino. Para todo ello, se valían de diferentes métodos como la recepción de paquetes postales procedentes de Colombia, que llevaban en su interior cocaína escondida entre una carga legal. El método era sencillo: los individuos ponían direcciones de destino en viviendas o locales vacíos e inventaban nombres de receptores, de manera que el encargado en cada caso de la entrega del paquete, al no localizar a la persona en cuestión tenía que llamar necesariamente a un número consignado por los acusados, que pasaban a recogerlo.
Otro medio de adquirir sustancias consistía en el envío de compinches a Colombia que hacían las veces de 'correos' o incluso de 'muleros'. Ése fue el caso de Consuelo S. P, una joven de 23 años que viajó hasta el país sudamericano para traer dos kilos de cocaína, pero fue interceptada por las autoridades en los controles de seguridad del aeropuerto de Bogotá cuando transportaba dos maletas de doble fondo con la sustancia en su interior.
Actualmente, Consuelo se encuentra recluida en un centro penitenciario del citado país, cumpliendo la condena de 64 meses de prisión. En lo que respecta al resto de los condenados en la 'operación Marisma', el juez considera que todos ellos de un modo u otro formaron parte de esta red. Se trata de Juan Antonio G. P; Tomás M. R; Diego H. C; Israel I. B; Francisco Jesús R. G; Bartolomé V. A; Manuel S. M; Miguel Ángel Z. B. y Miguel Ángel G. R, que cumplirán penas de hasta tres años de cárcel.
La coca, en la vagina
En uno de los viajes de los tres cabecillas realizados a Madrid para proveerse de droga en junio de 2010, la Policía desplegó por fin un operativo para capturarlos que culminó con su detención en el peaje de las Cabezas de San Juan. Entre lo incautado en ese momento y lo posterior en virtud de registros domiciliarios y el arresto de los demás encausados, los agentes se hicieron con 140 gramos de cocaína; 3.285 euros en efectivo; varias papelinas y trozos de otras sustancias para cortar; una pistola; un aparato para moler marihuana; dos balanzas de precisión; dos navajas; dos machetes; una tijera grande, cuatro automóviles y doce teléfonos móviles.
Cabe destacar que Luz Adriana, mientras estuvo detenida, fue sometida a un estudio radiológico que detectó la existencia de dos trozos compactos de cocaína que iban introducidos en su vagina en un preservativo que había sido comprado por uno de los otros detenidos ese mismo día; un pequeño alijo de casi 49 gramos , con valor de mercado de 2.885 euros.