ESPAÑA

El Príncipe arenga a las tropas en el Índico antes del ataque a las bases piratas

El buque de combate 'Patiño' se prepara para hostigar por mar y aire los bastiones de las bandas somalíes

BUQUE 'PATIÑO'. Actualizado: Guardar
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Vestido de capitán de fragata, con el distintivo Borbón bien visible en su camisa blanca, el Príncipe de Asturias subió ayer a bordo del buque de combate 'Patiño', que lucha en aguas del Océano Índico la piratería somalí, para agradecer la «impagable» labor de los marinos y militares que conforman su tripulación.

Don Felipe retomó así la tradición de visitar a las tropas en el exterior, algo que no hacía desde las navidades de 2008 en Líbano. Su simbólica presencia, apenas unas horas, llega en un momento crucial para la 'Operación Atalanta' ya que mañana, con toda seguridad, se aprobará en Bruselas la nueva estrategia de esta misión aeronaval en una cumbre de los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa de la Unión Europea que arranca hoy.

El plan operativo permite combatir en tierra las bases logísticas de los piratas somalíes. Se trata de llevar a cabo «ataques quirúrgicos» por mar y aire contra los centros logísticos, esquifes sin tripulación y depósitos de combustible de los bastiones piratas, que están ubicados en el centro y norte de Somalia. Todo ello con la premisa fundamental de minimizar los riesgos y evitar los «daños colaterales». Es decir, que no haya víctimas civiles en los ataques. El objetivo central es contener la amenaza de la piratería en sus costas.

Mientras en los despachos de Bruselas se diseña el plan de ataque, con algunas reticencias de Alemania ya solventadas según admiten fuentes del Ministerio de Defensa, en el mar ya se respira un ambiente de cambios en la misión. Los medios navales y aéreos españoles que participan en la 'Operación Atalanta', el patrullero de altura 'Infanta Elena', el buque 'Patiño' y el avión de vigilancia D4, ya se preparan para desencadenar la ofensiva terrestre.

Al 'Patiño', sin ir más lejos, se incorporó hace dos semanas un Grupo de Guerra Naval, la unidad de ataque más preparada de la Armada. Unas decenas de marinos, dotados de sofisticados medios materiales y de armas de última tecnología, permanecerán en el buque de combate hasta que este concluya la rotación de su misión, a mediados de abril. Su presencia en el barco es un signo de los nuevos tiempos que se avecinan en la operación antipiratería, admiten los mandos del 'Patiño' consultados.

Complejidad

Pese al «éxito» que ha supuesto la presencia de fragatas de guerra en el Índico para reducir la piratería contra los pesqueros y barcos de cualquier condición, don Felipe de Borbón reconoció ante la tripulación del buque la «complejidad» de la misión que comenzó en 2008.

Previamente, el contraalmirante Jorge Manso, jefe de la Fuerza Naval europea, asumió que los piratas siguen siendo una «amenaza real que quiere continuar con sus fechorías». Ello, pese a que «están sintiendo nuestra presión», exclamó Manso ante el Príncipe y el ministro de Defensa, Pedro Morenés.

La comitiva, acompañada del jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante Fernando García Sánchez, visitó en el interior del buque un 'trofeo de guerra', el esquife de los piratas detenidos en enero y enviados a España para ser juzgados. Elevada en una plataforma, la tosca barcaza muestra en un círculo rojo los 14 disparos que efectuaron los marinos para interceptarla.

Un incidente que sigue muy presente en las mentes de la tripulación del 'Patiño' y que los levantó abruptamente aquella noche de sus literas.