MORENO Y LAS PRÁCTICAS DE RIESGO
Actualizado: GuardarSería ventajista realzar la figura de Vicente Moreno como entrenador después de que igualase con la última victoria ante el Murcia los registros de inicio del icono Esteban. Era de suponer, pese a las negatividades de ciertos aficionados, que con Vicente Moreno, el coraje que se presuponía a la plantilla iba a salir a relucir, y que el valenciano les iba a hacer sudar sangre sobre el escudo. Aún el Xerez no ha conseguido el objetivo, pero se aleja del perímetro fanganoso del descenso.
Las turbulencias siguen donde siempre, en las oficinas. Y se cumple la tradición de que cuando más tormentoso es el día a día institucional, mejor deportivamente puede ir al equipo. El circo continuará mientras en el panorama sigan vigentes las figuras dadaístas de Ricardo García y del tal Jesús Gómez, que se autonombran «Mesías» del xerecismo, dueños del destino en azul y blanco, y que hacen buena la figura de Joaquín Morales... Escribir del Xerez es llorar o sangrar por la mano, pero la historia de este club está escrita por héroes en sepia como Ravelo, o en color como Vicente Moreno.
La vida es riesgo, y él apostó por quedarse en la «silla eléctrica» del club donde es leyenda, como bien mantiene el compañero Salva Galván. «Moreno leyenda» ha sabido abstraer a la plantilla del caos y del entorno negativo, la ha descargado de presión y ha sabido revalorizar mentalmente a jugadores que parecían no estar implicados ni con el club, ni con la ciudad ni con la propia afición. Moreno, que ya hizo las prácticas de riesgo dos temporadas seguidas como lugarteniente con botas de su entrenador Esteban (la de la supervivencia y la del ascenso), sabe que el fútbol no tiene memoria, pero también que la fortuna solo sonríe a los valientes, como dejó escrito Napoleón.