Acoge a ancianos a la espera de residencia o presidiarios de permiso. :: L. V.
EL PUERTO

Un hogar para los desheredados

La asociación presta un servicio municipal de acogida en virtud de un convenio con el Ayuntamiento, que le debe 69.000 euros La casa de Anydes mantiene su labor de acogida, pese a la falta de dinero

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En la casa de Anydes los llaman cariñosamente «los Pacos». Son dos señores octagenarios que se encuentran alojados de forma provisional hasta obtener plaza en una residencia. Uno de ellos es dependiente y tiene un principio de Alzheimer. Ninguno tiene familia, o al menos, familia dispuesta a quererlos y cuidarlos en el ocaso de sus vidas. Su familia son los trabajadores y voluntarios de Anydes: Manoli, Melina, Almudena, José Luis y otros tantos que contribuyen con su labor callada a que El Puerto sea un lugar más habitable.

Algunos incluso han prestado dinero de sus bolsillos y han avalado préstamos bancarios que Anydes se ha visto en la obligación de pedir para paliar su asfixia económica por los impagos del Ayuntamiento y de la Junta. Unos créditos ya agotados solo han servido para parchear la situación. La casa, ubicada en la barriada de Las Nieves, fue cedida por el Ayuntamiento en 2001. En su primera planta acoge a personas derivadas de los Servicios Sociales, sobre todo transeúntes y desahuciados. También pueden pasar los días de permiso y la libertad condicional los presidiarios que tienen lejos su hogar o que no cuentan con apoyo familiar. En la planta alta se encuentran los usuarios drogodependientes, que están en proceso de desintoxicación o en lista de espera para acceder a la Comunidad Terapéutica que coordina Bienestar Social de la Junta.

El teléfono suena en el despacho de Manuela Bautista, alma máter de este proyecto. Es la Policía, para preguntar si tienen plazas libres para esa misma noche. En Anydes siempre hay espacio para uno más, pero cada vez tienen más problemas para poner un menú completo en la mesa. Sobre todo por la noche, cuando crece el número de usuarios.

El Ayuntamiento, que firmó un convenio con la ong en 1998, debe 69.000 euros del ejercicio 2011 y en lo que va de año no ha abonado nada. La cantidad fijada, de 130.000 euros, no ha variado con el paso de los años; a diferencia de los usuarios: de 324 en 2008 a más de seiscientas en 2011. Estos datos han sido confrontados con la concejala de Economía y Hacienda, Leocadia Benavente, quien sostiene que en lo que va de 2012, se le han abonado 10.000 euros; durante 2011, se le pagó 115.000 euros y en 2010, 90.000 euros. Pero la presidenta de Anydes mantiene la cifra de la deuda y dice que las cantidades se han ido pagando con retraso, y que los 10.000 euros referidos por la edil popular son en concepto del débito de 2011, al igual que de los 115.000 euros citados, 60.000 correspondían a 2010. Benavente asegura que el Ayuntamiento hace todo lo que puede.

«Es un enorme esfuerzo para colaborar con esta asociación que hace un trabajo fundamental y muy importante. Es la entidad que más dinero recibe por parte del Ayuntamiento». En este sentido, Bautista considera que Anydes también es la asociación portuense que más trabaja para aliviar un problema social continuo y que además gestiona el albergue municipal. Algo con lo que no está de acuerdo Benavente, quien señaló que la función que desempeña la casa de Anydes no compete al Ayuntamiento, sino a la Junta.

Lo cierto es que al grupo de ciudadanos que gestiona este servicio esencial no le salen las cuentas. «Y solo saben decirnos que no hay dinero, que estamos en crisis. Y nuestro problema ya no es que los trabajadores no cobren, sino que ni siquiera podemos cubrir la alimentación. La concejala incluso nos ha dicho que si queremos cerrar, es nuestra decisión. Pero no vamos a dejar a la gente en la calle». No hace mucho había un menú con primero y segundo plato y postre.

Recortes en el menú

Ahora pueden poner un plato de pasta y un tomate en rodajas. Así resuelven el almuerzo, que de noche aumentan con la llegada de los transeúntes. Cada tres meses reciben una remesa del Banco de Alimentos: leche, pasta, harina, arroz... «El carnicero y el farmacéutico son los únicos que nos dejan fiado. Hace poco pagamos toda la cuenta del año pasado de la farmacia». La avería de una lavadora se convierte en un auténtico problema. «No tenemos 200 euros así como así para comprar otra. Y la comida es prioritaria».