La visita de Al-Qaida
Actualizado: GuardarCon el doble atentado de ayer en Damasco (al menos 27 muertos y muchos heridos) se confirma que la red terrorista se ha invitado al conflicto sirio. Si, como se cree generalmente, su autoría es segura se tratará del tercer ataque en la capital y siempre con el mismo objetivo: instalaciones de los temidos servicios de seguridad sin miramientos frente a eventuales víctimas civiles inocentes. La presencia activa de Al-Qaida es un regalo para el régimen en términos políticos. Podrá seguir diciendo, sin mentir del todo, que hace frente a una oposición terrorista y se verá convertido de facto, en una especie de aliado en el combate contra la red. Hay que decir que el gobierno sirio ayudó en su día aceptando la recepción de ciertos detenidos con los que Washington no sabía muy bien qué hacer. El rompecabezas sirio se complica. Los esfuerzos, muy diligentes y estimables, de la oposición exiliada para separarse de las tácticas terroristas y de su agenda política serán inútiles en términos prácticos. La red tiene sus propios objetivos, entre los que está combatir a muerte a un régimen que tildan de impío. Un desastre.