Equipos de emergencia trabajan en barrio de Damasco sacudido por las bombas de ayer. :: AFP
MUNDO

Damasco tiembla bajo las bombas

Dos coches bomba cargados de explosivos estallaron frente a las sedes de la Inteligencia Aérea y Seguridad Criminal Un doble atentado se cobra la vida de 27 personas en la capital siria al ser atacado el brazo armado de El-Asad

DAMASCO. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La relativa calma que impera en Damasco, el bastión más importante del régimen sirio, fue sacudida ayer con la explosión de dos coches bomba que dejaron al menos 27 muertos y 140 heridos. Los atentados -los terceros que sufre la capital después de que el pasado 23 de diciembre y el 6 de enero se produjeron una serie de ataques contra las fuerzas de seguridad- volvieron a fijar como objetivo los principales edificios del brazo armado del presidente Bashar el-Asad. La primera detonación tuvo lugar ante la sede de la Inteligencia de la Fuerza Aérea y poco después otro artefacto estalló en un edificio de la Seguridad Criminal.

Los medios oficiales aseguraron que los ataques fueron obra de «terroristas», la misma línea que mantiene el régimen, que culpa a grupos armados de la violencia desatada en el país desde hace ya un año. Asimismo, informaron de que otros dos supuestos terroristas murieron cuando explotó el vehículo en el que trasladaban cargamento a un campo de refugiados palestinos ubicado en los alrededores Damasco. Las autoridades lanzaron además un llamamiento a los ciudadanos de la capital para que denuncien cualquier actividad sospechosa y reiteraron que actuarán con firmeza ante toda amenaza contra la seguridad del país y sus ciudadanos.

Mientras, la televisión oficial difundía imágenes de cadáveres, vehículos calcinados y cuantiosos daños materiales que volvían a sumir en el miedo a unos habitantes poco acostumbrados a hacer frente al terror y la represión que devora provincias enteras.

«Ataques fabricados»

Las versiones oficiales contrastaron, sin embargo, con el mensaje lanzado por los opositores al régimen, que al igual que en los pasados ataques volvió a culpar a El-Asad de estar detrás de lo ocurrido. «Esos atentados están fabricados por el régimen», aseguró el líder del Consejo Nacional Sirio, Borhan Golion. «Siempre trama atentados cuando se aproximan visitas de delegaciones extranjeras», añadió, en clara referencia al anuncio del viernes pasado del enviado de Naciones Unidas y la Liga Árabe, Kofi Annan, de preparar una misión a Siria para continuar con las negociaciones para buscar una salida pacífica al conflicto que se ha cobrado la vida de cientos de personas.

El dirigente opositor subrayó que las explosiones solo pudieron perpetrarlas miembros afines a El-Asad porque se produjeron en zonas de seguridad de difícil acceso y en las que unicamente pueden moverse las fuerzas gubernamentales. El primer ataque ocurrió en un barrio del norte de la ciudad, que está dominado por una mayoría cristiana, mientras que el segundo se produjo cerca de las plaza de los Omeya, al oeste de la capital siria y una de las áreas más exclusivas.

El terror en Damasco convivió con una nueva ola de represión del Ejército que se cobró la vida de al menos 19 personas en todo el país. Así lo informaron los Comités de Coordinación Local. Según datos de Naciones Unidas, desde que estallaron las protestas el 15 de marzo de 2011, más de 8.000 personas han muerto a causa de la espiral de violencia provocada por las sangrientas ofensivas de las fuerzas leales a El-Asad y las acciones de la oposición armada.