Francia recuerda a Nérin, última víctima mortal de ETA
«En democracia no hay ninguna coartada que pueda justificar el crimen terrorista», advierte el prefecto de Sena y Marne
PARÍS. Actualizado: GuardarLas autoridades francesas homenajearon el viernes al brigadier-jefe Jean-Serge Nérin, última víctima mortal de ETA, en el segundo aniversario de su muerte a tiros a las afueras de París. La viuda y tres de los cuatro hijos del primer policía galo caído bajo las balas etarras asistieron a la inauguración de una calle a su nombre en Dammarie-les-Lys, la localidad donde ejercía.
'Comandante Jean-Serge Nérin. Muerto en operación de policía el 16 de marzo de 2010', reza la placa colocada en honor del brigadier-jefe, ascendido a título póstumo tras morir en acto de servicio a los 52 años de edad. Fue descubierta por Florian Nérin, su hijo varón, en una calle situada enfrente de la comisaría de este municipio distante 50 kilómetros al sudeste de la capital francesa.
Asistieron también al homenaje su viuda, Dominique, y sus dos hijas, Anais y Melissa, mientras que la otra hermana, Prisca, se quedó en Guyana, territorio francés en América del que es originaria la familia. Presidieron el homenaje el prefecto (gobernador) del departamento de Sena y Marne, Pierre Monzani, y el alcalde de Dammarie-les-Lys, Jean-Claude Mignon.
«Jean-Serge Nérin, víctima del deber, honra la divisa de la policía nacional: disciplina, valor y abnegación» glosó Monzani, quien recordó la medalla de honor recibida años atrás por el homenajeado, que el 2 de enero de 2000 había resultado herido al proteger a la víctima de una agresión. «Nunca retrocedió ante el peligro. Pero el peligro lo atrapó aquel 16 de marzo de 2010. Toda la profesionalidad del comandante no pudo nada contra la voluntad homicida a la que de repente se enfrentó», agregó.
Tras rememorar los funerales celebrados en Melun con asistencia de Nicolas Sarkozy y José Luis Rodríguez Zapatero, el prefecto proclamó que «la civilización debe luchar siempre contra la violencia ciega guiada por utopías». «En democracia no hay ninguna coartada intelectual, cultural o política que pueda justificar el crimen terrorista», añadió antes de invitar a los ciudadanos que circulen por la calle del Comandante Nérin a tener presente que «si la libertad de ir y venir existe es porque hay hombres que mueren por ella».