PAN Y CIRCO

¿VENCER? NO, CONVENCER

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Un entrenador de fútbol profesional debe certificar domingo a domingo que su equipo además de estar preparado para ganar, lo está para jugar bien al fútbol. Su misión consiste en desarrollar su trabajo en el equipo con total eficacia: hacer que todos jueguen bien en todos los partidos. Es el mejor argumento que se puede tener para ganar, y para ello el entrenador dispone de suficientes recursos a su alcance que le ayudan a garantizar los resultados esperados. Pero no lo consigue siempre, y llegadas determinadas circunstancias, muchos piensan que es preferible ganar y después tratar de jugar bien, entendiendo el resultado como un mero trámite para avanzar y seguir vivo en la lucha.

Es evidente que, jugando bien, la victoria está más cerca y es necesario para que la afición disfrute con buen fútbol y espectáculo. En ocasiones, a los equipos les basta pasar por encima de los rivales con los marcadores a favor, sin un juego exquisito, a fin de cuentas esto va de resultados y de puntos, pero sin perder de vista al rendimiento, hay que seguir mejorando: jugar bien fortalece la seguridad de cada jugador.

Y aunque exista confianza en el equipo y se esté convencido de que es el camino adecuado para lograr el objetivo, hay que mantener la filosofía de que 'el convencer' es el inicio y 'el vencer' la consecuencia lógica de mantener la mentalidad para ganar la batalla psicológica. El equilibrio mental es frágil y lo más importante para mantenerlo en su sitio es estar dispuesto a superar las expectativas de los que piensan que, el equipo, puede jugar aún mejor de lo que él mismos cree.

En el fútbol es complicado convencer al público. Aunque éste confíe en el trabajo realizado para sacar los resultados, además exigen implicación, entrega y juego brillante, todo debidamente ajustado a las circunstancias. Y ya lo cuenta bien Cruyff en México: «Jugar bien sin ganar no tiene sentido, ganar sin filosofía tampoco lo tiene, por lo tanto hay que buscar ambas cosas, conjuntarlas y sacar el máximo rendimiento de todos en todos los sentidos».