elecciones | 25m

Arenas reconduce el debate y despeja la pelota del copago

Denuncia que el problema «es la falta de pago» y recuerda que tres exministros del PSOE se mostraron a favor de instaurar esa tasa con Zapatero. Cifra en 4.522 millones la deuda de la Junta con los proveedores de la sanidad

Linares Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Le gusta el fútbol pero juega al pádel cuando sus obligaciones se lo permiten. Los años de dedicación a la vida pública le permiten conocer las claves del juego y, como los jugadores experimentados, sabe que después de un ataque siempre hay abierta la posibilidad de un contraataque. La injerencia de un elemento ajeno en principio a la campaña andaluza, como la decisión de la Generalitat de Cataluña de instaurar el copago recetario, había empezado a distraer la atención sobre la pelota que el PP-A quiere golpear una y otra vez para lograr que explote en la urna electoral del PSOE: el caso de los ERE. Su compañero gallego de partido, Alberto Núñez Feijóo, al que desea tener como homólogo dentro de ocho días -si obtiene la ansiada mayoría parlamentaria el 25M- disparó en propia meta al mostrarse partidario de un sistema de copago en función de la renta. Arenas resaltó su respeto hacia el dirigente gallego y el resto de militantes de su partido que sí apuestan por imponer una tasa sanitaria, ya sea por receta o por otras vías alternativas.

Las lanzas del PSOE no apuntaron a Galicia, sino a Andalucía, que es donde se juega la última bocanada de oxígeno el socialismo español. Arenas tenía que salir del rincón del cuadrilátero en el que le querían meter. Debía salir de ahí y eligió un escenario con reminiscencias de batalla épica, Bailén, un emblema del patriotismo español y andaluz que promulga el candidato popular. Cifras, otra vez. Sumadas dan 4.522 millones de euros. Es el resultante de unir la deuda contraída por la Junta de Andalucía con los proveedores farmacéuticos y de material sanitario a las facturas de «una cuenta muy especial de la Cámara de Cuentas, denominada 409». El desglose se traduce en 1.523 millones de débito a las farmacias, 1.284 millones por equipamiento sanitario y 1.715 millones añadidos a ambas en «obligaciones no imputadas a presupuesto». «Facturas al margen», las calificó.

Pajín, Jáuregui y Jiménez

El quiebro de cintura para desprenderse del puño del copago que su adversarios aprovecharon, en su intento de vaciar algo el saco de votos que las encuestas conceden a Arenas, tuvo un par de fintas más. La memoria política sopla en ocasiones a favor, sobre todo cuando el viento aprieta y despeina campañas milimétricamente planteadas. Ayer el PP-A buscó en la hemeroteca porque algo no cuadraba. Puso a trabajar a sus asesores para enseñarle el cartelón de 'stop' a sus rivales. Arenas, trotando hacia atrás y con la mano en la frente del morlaco, al estilo 'Fandi', empezó a detener su empuje. Leire Pajín, exministra de Sanidad, Ramón Jáuregui, exministro de Presidencia, y Trinidad Jiménez, exministra de Exteriores, todos del PSOE, se mostraron partidarios del copago «puro y duro» mientras gobernaron el país.

«Tengo claro que no voy a proponer el copago. Antes hay que hacer una reforma (del sistema sociosanitario)», dijo en Bailén. Mientras, en las filas populares rescataban también de los archivos una declaraciones de la consejera de Hacienda y Administración Pública, Carmen Martínez Aguayo, fechadas en junio del 2010 y en relación a la posibilidad de instaura esa tasa. Aguayo dejó dicho que «no descarto, ni afirmo, ni desafirmo nada». Más confusa que el propio Arenas antes de Bailén.

Si el remolino se disipa con ese revés de la raqueta popular, se comprobará hoy, mañana, pasado o el último día de campaña, de la que ayer se cumplió el octavo día, el llamado ecuador. El otro bando tiene la pelota en su parte de la cancha. De confirmarse que la devolución surte efecto, Arenas habrá logrado lo que deseaba, reconducir el debate y enfilarlo de nuevo hacia donde le interesa: los medios de los ERE, el despilfarro, el paro, las propuestas positivas y todo el resto de la parafernalia discursiva que desarrolla cada día en actos sectoriales y mítines.

Hecha esa verónica torera, propuso reducir el número de cargos de extracción parlamentaria del Consejo Consultivo (de 18 a 12), de la Oficina del Defensor del Pueblo (de 5 a 3), del Consejo Audiovisual (de 11 a 7) y del Consejo de Administración de la RTVA (de 15 a 9 representantes). Y otra cosa, mariposa.