Los ritmos bailables de Elkano Browning Cream, en la Supersonic
CÁDIZ. Actualizado: GuardarAunque el nombre de la banda pueda sonar a postre calórico, se trata de una marca de crema solar de los albores del siglo XX. Mikel Azpiroz, líder del grupo vasco, lo vio en una exposición y le pareció que transmitía perfectamente el espíritu elegante y glamuroso que caracteriza a este trío, compuesto por el propio Azpiroz (teclista), Franck Mantegari (percusión) y Matt Harding (guitarra). La banda enarbola la riqueza de lo multicultural, a través de su sonido pero también de sus integrantes: Azpiroz es vasco, Mantegari de París y Harding de Nottingham. Los tres se conocieron de gira por Estados Unidos y se acoplaron tan bien que decidieron crear su propio proyecto.
Mikel Azpiroz destaca las ventajas de su órgano Hammond, pieza clave de este engranaje musical: «Es un instrumento tímbricamente muy rico y muy versátil», apostilla. «Con la mano izquierda se consiguen bajos muy cálidos y con la derecha, posibilidades rítmicas muy buenas».
'Bohemia' es el tercer disco de la banda, que esta noche actúa en la sala Supersonic en su primera actuación en Cádiz. A principios de verano, Azpiroz volverá a la ciudad como instrumentista de Javier Muguruza para ofrecer un concierto en la UCA.
El sonido de Elkano está lleno de ritmos bailables, realmente hipnóticos, y en su último trabajo han querido acercarse a la música más callejera, de ahí lo de 'Bohemia'. Así, pueden encontrarse en él sonidos zíngaros y mediterráneos. «La batería se convierte en diferentes percusiones y el órgano en una melódica», explica Mikel Azpiroz.
Su música es elegante y sofisticada -similar al estilo de Saint Germain, banda en la que militó Mantegari hace años-, sin resultar pretenciosa. «Le suele gustar a un público acostumbrado a sonidos diferentes», cuenta el músico vasco, «no es la música que se escucharía en una radiofórmula. Aun así, es para todos los públicos».