![](/cadiz/noticias/201203/15/Media/urdangarionnn--300x180.jpg?uuid=829af7b6-6e83-11e1-aadb-c140f9d4598f)
El juez rechaza investigar la actuación de la Casa Real en el 'caso Urdangarin'
Dice entender la «curiosidad» por este asunto, pero los detalles del aviso de Zarzuela al duque no tienen «trascendencia penal»
MADRID Actualizado: GuardarNo habrá una causa general contra la Casa Real por el 'caso Urdangarin' por mucho que la actuación de Zarzuela en este asunto despierte la «curiosidad» de la ciudadanía. Tampoco la justicia va a investigar qué sabía la Jefatura del Estado sobre los turbios negocios del duque de Palma ni cuál fue su intervención exacta cuando en marzo de 2006 ordenó al marido de la infanta Cristina desvincularse del Instituto Nóos.
El juez que lleva el caso, José Castro, no quiere que su sumario se convierta en arma arrojadiza contra la Monarquía por intereses espurios o simplemente por morbo. El magistrado rechazó de plano el intento del sindicato Manos Limpias, o las «futuras» maniobras de las «partes personadas» en la denominada pieza 25 del 'caso Palma Arena', por llevar esta causa a lo que él entiende que son derroteros ajenos a la posible responsabilidad penal de Iñaki Urdangarin.
Castro, que ya desestimó la pasada semana la petición de imputar a la infanta por entender que no hay indicios de que estuviera al tanto de los negocios de su marido, lanzó un firme aviso a navegantes en su último auto. «El objeto» de la instrucción de este caso, afirmó el juez en su escrito, es la «investigación de hechos de trascendencia penal» y «no de aquellos que, sin tenerla, sirvan exclusivamente a intereses mediáticos» o al «favorecimiento hacia actitudes políticas», que el instructor no especifica, o «simplemente para satisfacer la curiosidad». El magistrado reconoce que cualquiera de estas «pretensiones son comprensibles y merecedoras de todo el respeto», pero no en su juzgado.
Dicho ello, el instructor del 'caso Palma Arena' se muestra resignado y admite que habrá más «datos» morbosos sobre la Casa del Rey que acabarán «por acceder a la causa» pero si así ocurre lo será de «manera incidental» y no porque él «haya desplegado una actividad procesal» para indagar sobre la actuación de la Zarzuela en este asunto.
En esa línea, deja claro que conocer «en concreto» cuáles fueron los «supuestos consejos o instrucciones» que don Juan Carlos dio a Urdangarin cuando se hicieron públicas las primeras denuncias sobre sus presuntos 'pelotazos' con la administraciones balear y valenciana no tiene «ninguna trascendencia penal». Aunque efectivamente el exdeportista hubiera hecho oídos sordos al aviso del Rey «ningún reproche penal cabría hacerle» pues las «repercusiones» de la supuesta desobediencia a su suegro son «ajenas al orden jurisdiccional».
Con esa argumentación el juez rechaza, eso sí «por el momento», la petición de Manos Limpias de que fuera interrogado como testigo José Manuel Romero Moreno, conde de Fontao, el asesor que envió el Rey a avisar a Urdangarin porque el contenido de esa «intervención (...) cualquiera que fuera su sentido» es «irrelevante para la causa». Una argumentación similar utiliza para desestimar «también por el momento» la declaración de Carlos García Revenga, el secretario personal de la infanta, ya que si no hay motivo para citar a la hija del Rey, menos, entiende, para interrogar a García Revenga.
Cal y arena
Pero una de cal y otra de Arena. Con el mismo énfasis con el que advierte de que no tolerará maniobras para enredar con la Casa del Rey en este sumario, avisa de forma velada a Urdangarin que su táctica de echar balones fuera durante las 22 horas de interrogatorio y de culpar una y otra vez a su exsocio Diego Torres de todo no se la cree.
En el auto, en el que en principio el instructor no tenía por qué hacer valoración alguna sobre la verosimilitud de las palabras del yerno del Rey, Castro asegura que hay «sobrados indicios» de que Urdangarin siguió unido a Torres y su entramado cuando Zarzuela le ordenó desvincularse de la organización sin ánimo de lucro en 2006. «Todo apunta a que tal desvinculación no se produjo», zanja Castro.
Es más, el instructor también considera inverosímil la versión de Urdangarin de que él era un mero asesor deportivo y de patrocinios, ajeno por completo al día a día de las cuentas y de las maniobras contables del entramado 'Nóos', de las que culpó siempre a Torres. «No acaba de convencer el argumento de que sus funciones solo lo eran en materia estrictamente deportiva y sin conexión alguna con la gerencia», apostilla el magistrado, que se apoya en las numerosas declaraciones de la causa que apuntan a que el duque dirigía al alimón con su socio el instituto bajo sospecha y las empresa satélites que de él se abastecían.
Son, explica el instructor, «innumerables» los testigos que ante la Policía y de imputados ante el juez los que han reconocido que «Urdangarin siempre estuvo detrás de todo el entramado societario, antes y después» del aviso de Zarzuela, tanto en Nóos como en la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social. Para el juez, es evidente que el yerno del Rey estaba «al mismo nivel» que Torres y que era «rector» de la organización sin ánimo de lucro. Un organigrama, afirma el juez, que confirma «la documentación intervenida» por la Policía Judicial.