ESPAÑA

«No habrá tabla rasa» del Estado de las autonomías

El presidente del Gobierno insiste en que buscará el «diálogo» con las comunidades autónomas para ganar eficiencia económica

MADRID. Actualizado: Guardar
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No habrá un cambio de modelo en el Estado de las autonomías. Mariano Rajoy tranquilizó este martes al portavoz del PNV, Josu Erkoreka, al respecto. El jefe del Ejecutivo explicó durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso que el plan de eficiencia y austeridad de las administraciones públicas no tocará en ningún caso los pilares de sistema y se limitará a intentar racionalizar su funcionamiento.

«De lo que se trata -dijo- es de que no seamos ajenos los unos a los otros, de que podamos hablar y ver cómo podemos ser más eficaces y de que podamos tener unas normas comunes en materia económica en España». Es algo no muy distinto a lo que ya planteó José Luis Rodríguez Zapatero en enero de 2011 ante un nutrido grupo de empresarios y nunca llegó a desarrollar.

Siete años después de su llegada al Gobierno, el exjefe del Ejecutivo acabó por asumir uno de las más viejos lamentos del sector empresarial: en España existen diferencias de regulación entre comunidades que lastran la actividad económica.

«Homogeneizar»

Zapatero habló incluso de la necesidad de la necesidad de «homogeneizar» normativas (término maldito para los nacionalistas) y de introducir «parámetros similares» en todos los territorios, pero con las elecciones autonómicas y municipales, y el posterior adelanto electoral, el discurso se fue por el sumidero.

El PP recogía algo de esto en su programa, pero en el recuerdo de muchos habían quedado las palabras del presidente de honor del PP, José María Aznar, en la convención que el PP celebró en León hace algo más de un año.

«Esta configuración del Estado, con tal grado de debilidad, tiene que ser reformada en gasto y en ordenación, porque España no da para tener 17 organismos, 17 administraciones que hacen las mismas cosas», dijo entonces el expresidente popular. «No podemos sostener este Estado tal y como está configurado. España es un Estado políticamente no viable y financieramente, inviable. Alguien tiene que ponerle el cascabel al gato del sistema y va a ser el PP», apostilló.

Nada que ver con lo que Rajoy expuso de manera somera a un Erkoreka preocupado por lo que pueda venir a cuenta de la necesidad de reducir el gasto público. «Yo no tengo intención de hacer tabla rasa del régimen autonómico -garantizó-; lo único que pretendemos es mejorar el funcionamiento de las administraciones públicas mediante el diálogo y el acuerdo». Incluso se atrevió a bromear con la idea de que el PNV acabará siendo «entusiasta» del planteamiento que se haga desde el Gobierno.

Erkoreka anticipó que su formación no se opondrá a los esfuerzos que quieran ponerse en marcha para suprimir duplicidades y solapamientos, pero se rebeló contra la idea de que un Estado compuesto sea menos eficiente que uno unitario y reprochó que haya sectores de la opinión pública y fuerzas políticas (no citó expresamente al PP ni a UPyD) que ironicen «alegremente» al respecto cuando hablan de instituciones «que se multiplican por 17».

«Nos opondremos -avisó el portavoz de los nacionalistas vascos- a que el hecho de que algunas autonomías quieran devolver competencias al Estado se convierta en una regla extensible a todas, incluso a las que quieren ampliar sus competencias hasta el infinito y más allá».

De momento, nadie habla en el Gobierno de recuperar competencias para la Administración central. UPyD sí reclama una «refundación del Estado» con la que, dice, podrían ahorrarse 45.000 millones de euros y Rosa Díez pidió en el debate sobre el último Consejo Europeo que, antes de reducir el Estado del bienestar los servicios fundamentales, se lleve a cabo un reajuste del Estado autonómico.