«El fútbol es traicionero»
El Madrid debería golear al CSKA pero Mourinho exige máxima tensión para evitar sorpresas
MADRID. Actualizado: GuardarEn condiciones normales, el Real Madrid debería golear hoy a un CSKA de Moscú con peores jugadores, menos rodado y con aparente miedo escénico, pero José Mourinho recordó en la previa que el fútbol «es traicionero», un espacio muy abierto a las sorpresas en el que no cabe hablar de milagros. Aunque los blancos son favoritos indiscutibles, el gol logrado en el descuento del choque de Luznihki por el sueco Wernbloom genera incertidumbre. «La eliminatoria está muy abierta porque el resultado de la ida es difícil y muy peligroso», aseguró el técnico portugués, muy concentrado en su competición fetiche y sabedor de que su prestigio futuro estará muy relacionado con el devenir del Madrid en la 'Champions'.
No obstante, salvo que Florentino Pérez decidiera despedirle a causa de un fracaso continental, extremo muy improbable, Mourinho desvincula su futuro de lo que suceda en esta eliminatoria e incluso de que el Madrid pueda alzarse con la 'décima' orejona, el 19 de mayo.
La Liga es el torneo de la regularidad por excelencia y está más que encauzada, pero Europa marca tendencia. Adelantar con el prototipo merengue al bólido azulgrana es una especie de obsesión para el madridismo. Tanta que el propio 'Mou' recordó este martes que la única derrota de su equipo en dos cursos de Liga de Campeones, el segundo todavía en el octavos, se produjo ante los azulgrana y «como todos saben». Una referencia más que implícita a los árbitros.
Es obvio que en la competición local los blancos no pueden quejarse este año de los arbitrajes y el objetivo ahora es meter presión para que en el 'Viejo Continente' mejore el panorama. 'Mou' siembra en su primer año, con críticas a los trencillas, listas de agravios y un sinfín de porqués, y recoge en el segundo. Platini, el mandamás de la UEFA, acudió sonriente al palco del Bernabéu para disfrutar del reciente recital del Madrid ante el Espanyol.
Apoyo de la afición
Desde el «capital» que le otorga la experiencia de haber competido con éxito ante equipos rusos con el Chelsea y con el Inter, Mourinho persuade a sus jugadores de la importancia de actuar con «la máxima seriedad». «Hay que jugar a tope», remarcó tras el último entrenamiento celebrado en la Ciudad Deportiva de Valdebebas.
No se fían los merengues del CSKA y por eso apelan al apoyo de la afición en un vídeo promocional con el lema 'juegas tú'. El propio 'Mou' reclama la ayuda de una hinchada con fama de acudir a Chamartín como quien va al teatro. Con su aliento todo será más fácil para un equipo que se despojó de miedos y complejos cuando en el ejercicio pasado superó el corte de octavos ante el Olympique de Lyon y acabó con una maldición de seis años.
Para este duelo, Mourinho saca de la escena a Carvalho, Altintop y Callejón, una baja extraña porque, a base de buenas actuaciones, el granadino se había ganado incluso la titularidad en algunos partidos. Además, Coentrao y Di María son baja por lesión. La buena noticia es la plena recuperación de Karim Benzema, feliz tras superar el desgarro en el aductor que se produjo en el choque de ida. Sobre el papel, el delantero francés compite por un puesto con el renacido Gonzalo Higuaín. ¿Pueden jugar los dos? «Saldremos con tres delanteros», respondió Mourinho sin querer despejar la incógnita.
El CSKA llega a Madrid en el papel de víctima, aunque su entrenador, Leonid Slutsky, no ha dudado en asegurar que «los milagros a veces existen». «No tenemos ningún tipo de presión; el Real Madrid es un equipo de talla mundial así que la responsabilidad es toda suya», afirmó, por su parte, a la página web de la UEFA, el centrocampista Dzagoev.
En Madrid, Slutsky podría hacer entrar de inicio en el centro del campo a Honda en lugar del serbio Tosic, a pesar de los problemas en el muslo que arrastra el nipón. En la delantera, el marfileño Doumbia volvería a ser el principal encargado de llevar el peligro a la portería de Iker Casillas. Como dice Mourinho, inquietan el poderío físico de los rusos y sus rápidos contragolpes. También las acciones de estrategia, aunque el técnico portugués resta importancia a la «realidad» de los goles encajados de esta forma.