Un autobús estropeado corta el tráfico cuatro horas en pleno centro

Si los usuarios, comerciantes y los propios trabajadores no tenían suficiente con soportar la séptima semana huelga de los autobuses urbanos, ayer sufrieron también las consecuencias de la avería de un vehículo que se quedó parado en pleno centro de la ciudad, concretamente, en el cruce entre las calles Cerrón y Honda.

El delicadísimo sitio en el que el autobús se quedó clavado a primeras horas de la mañana complicó las tareas para trasladarlo hasta los garajes. El efecto inmediato lo padeció la circulación tanto de coches particulares como de otros autobuses que cubrían los servicios mínimos de otras líneas y que tenían en su ruta alguna de estas calles. El tráfico no se pudo reanudar con normalidad hasta pasadas cuatro horas.

Los motivos de la avería -aunque no trascendieron con exactitud- derivan de la falta de mantenimiento y el mal estado de la flota que la plantilla no se cansa de denunciar públicamente. Según insisten, la escasez de inversiones de Urbanos Amarillos provoca que el deterioro de los viejos vehículos se acreciente cada día.

Mientras tanto, la plantilla protagonizó ayer una nueva manifestación desde las instalaciones de la empresa concesionaria en el Polígono El Portal hasta el centro de la ciudad reivindicando los sueldos adeudados. Si la situación no se resuelve antes, esta huelga indefinida lleva el camino de superar la que realizaron el pasado verano, que se prolongó durante once semanas.

A esta huelga se suma la del transporte rural que ya lleva cuatro semanas. Este caso es aún más grave puesto que la falta de gasoil impide los servicios mínimos.