CIÉNAGA

Lo de TVE no tiene arreglo. Yo no sé si usted ha caído alguna vez en una ciénaga: se mueva usted hacia donde se mueva, siempre termina hundiéndose más y la única solución es que alguien venga a tirar de usted hacia arriba. Bueno, pues eso es lo que le pasa a TVE, con el agravante de que no hay nadie a la vista con una soga salvadora. La Ley que hizo Zapatero en 2006 ha conseguido el prodigio de paralizar por completo al gran saurio. ¿Puede seguir endeudándose? No, porque no hay dinero para gastarse 1.200 millones de euros al año. ¿Puede reducir gastos en la medida necesaria, algo más de esos 200 millones ya recortados? Tampoco, porque entonces un buen número de profesionales terminaría yendo a la calle, con el consiguiente coste. ¿Puede confiarse en el actual sistema de financiación? No, porque las empresas de telecomunicaciones, obligadas a aportar 600 millones de euros, tienen la cosa recurrida en Bruselas y todo indica que van a ganar. ¿Puede arbitrarse un sistema de financiación distinto? Tampoco, porque eso obligaría a volver a la publicidad, lo cual significaría cambiar la ley vigente y, además, metería al Gobierno en un problema con las grandes privadas, que se han quedado el pastel publicitario para ellas solitas. Y si el Gobierno se arriesga al choque con las privadas, entonces éstas pueden igualmente recurrir una ley que las obliga a aportar una gabela del 3% para sostener la radiotelevisión pública (gabela que en su día aceptaron porque se quedaban con la publicidad, evidentemente). ¿Hay, al menos, alguien que pueda ir tomando decisiones para salir del paso? Pues tampoco, porque RTVE sigue sin presidente tras la dimisión de Oliart, la ley no contempla la eventualidad de una sustitución y, por otra parte, el nuevo capitoste debe ser elegido por consenso de dos tercios del Parlamento, consenso que está muy lejos siquiera de atisbarse. O sea que, mire usted por dónde mire el problema, este cubo de Rubik no tiene solución porque los cuadraditos están mal dibujados de antemano. A lo mejor lo que hay que hacer es desecar la ciénaga.