Tribuna

La Lotería del Niño del Banco Central Europeo

La intención es que el dinero llegue a la economía real. Sin embargo las entidades financieras han preferido quedárselo para estar seguros de que podrán atender los vencimientos de 2012

DIRECTOR DEL MÁSTER DE FINANZAS EN ESADE Actualizado: Guardar
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Ya se ha producido la segunda subasta de liquidez. Los bancos han pedido una cifra ligeramente superior a la de diciembre, casi coincidiendo con la lotería de Navidad, de aproximadamente 500 mil millones. Las mismas características, 1% de coste a tres años. Incluso usted y yo hubiésemos ido en estas condiciones. En diciembre acudieron 500 entidades y ahora han acudido unas 800. Ya nos les da vergüenza y además el BCE ha rebajado el nivel de las garantías que los bancos han de aportar para que les concedan el préstamo. Así que todos contentos. La pregunta es ¿qué harán los bancos con este dinero? La intención de Mario Draghi es que llegue a la economía real en forma de préstamos a empresas y particulares. Sin embargo, como ya ha ocurrido con la primera, las entidades financieras han preferido quedarse el dinero para estar seguros de que podrán atender los vencimientos de 2012. En el caso español parece que habrán pedido entre las dos subastas unos 200.000 millones y este año solo les vencen 120.000, así que es de esperar que algo más de financiación llegue al sector privado, déjenme ser optimista. También es una buena noticia para los Estados, ya que los bancos seguirán haciendo el conocido 'carry trade'. Consiste en pedir dinero al BCE al 1% e invertirlo al 5% comprando deuda pública. Es una manera indirecta de ayudar a los Estados a financiarse y una directa de ayudar a los bancos a ganar dinero. Los resultados ya se observan una vez conocidos los términos de la subasta. Baja ligeramente la prima de riesgo española e italiana y las bolsas mantienen un tono alcista, especialmente el sector bancario.

Una vez resuelta la liquidez a la banca por un buen periodo de tiempo ahora nos preocupan básicamente dos temas: la resolución de la tragedia griega y los ajustes que deberá hacer el Estado para ajustarse al déficit que nos permitirá Bruselas.

En el primer tema, es de esperar que los inversores privados acepten la quita que desde hace años se sabe que debe ser como mínimo del 50%. Y ello en la medida suficiente para permitir al Estado hacerla obligatoria para todos los tenedores de deuda, ya que los inversores especulativos que han comprado CDS, es decir seguros contra el impago, lo que de verdad les interesa es que declaren la quiebra de Grecia y así poder cobrar del seguro en lugar de una quita del estado griego. Aun así, la economía en recesión y con la población en la calle, no llegarán a niveles de deuda aceptables hasta pasado el 2020.

En el caso español el consenso de analistas estima una caída del PIB este año del 1,7%. Con ello el paro no puede hacer otra cosa que subir. Ya sabemos que no podemos mejorar las cifras de desempleo hasta que nuestra economía crezca al 2% en términos reales, lo que no se producirá antes de tres o cuatro años, seguramente en función del crecimiento de nuestros vecinos y clientes. Y mientras hemos de lidiar con el déficit público, que lo tenemos al 8,5% del PIB y hemos de bajarlo, en principio al 4.4% este año y al 3% en 2013. Estamos en plena discusión de cómo se reparte este pastel entre el Gobierno central, las autonomías y los ayuntamientos. Lo que es seguro es que todos tendremos que hacer esfuerzos ya que rebajar el déficit es fundamental, especialmente porque tenemos que encontrar inversores que nos lo financien, es decir que no sólo nos dejen dinero para refinanciar la deuda que vence, sino ampliarla. Por ello sorprende que Rajoy se escude en la soberanía nacional para justificar que no cumplirá este año con el anterior objetivo y nos quedaremos en el 5,8%. A ver, si usted debe dinero a alguien, y encima sigue dependiendo de él, debe aceptar querido lector que su soberanía se vea limitada. Una de las discusiones en estos momentos es saber si la globalización, la soberanía nacional y la democracia son compatibles. Los inversores, mal llamados mercados, ya decidirán si siguen confiando en nosotros y vaya por delante que estoy de acuerdo en que es una barbaridad ahogar la economía para llegar al dichoso 4,4%. Y volviendo al tema inicial, si a usted no le ha tocado la Lotería del Niño, esperemos que si es empresario y pide un préstamo al menos le toque la pedrea.