Alejandro Pérez Guillén 'Mata a Narciso' en su último libro
El gaditano presentó ayer en 'Letras Capitales' su poemario, con el que trata de desmontar el mito de los escritores egocéntricos
CÁDIZ. Actualizado: Guardar«¿Qué haces, Narciso?», parece increparle el agua a quien, ensimismado en su belleza, se asoma sin cautela. «¿Qué pretendes, inconsciente?, gritan las páginas del último libro de poemas del gaditano Alejandro Pérez Guillén (Benalup-Casas Viejas, 1973).
Ayer, el autor gaditano presentó en la Biblioteca Provincial, en el ciclo 'Letras Capitales', 'Matar a Narciso' (Alfar). O lo que es lo mismo, un intento de Pérez Guillén por destruir ese mito cuando está asociado al oficio de escritor. «Estoy cansado de que la gente piense que el poeta está todo el tiempo mirándose el ombligo. Quiero acabar con esa etiqueta y dar a entender que los escritores están al tanto del día a día, son observadores que pintan la realidad, aunque sea desde un punto de vista personal», apuntó el poeta, bibliotecario y animador cultural. Profesiones y aficiones, «necesidades» para él. Como la que le llevó a firmar 'Matar a Narciso', un poemario de más de 30 piezas divididas en tres grandes partes. Reunidas, comprenden un viaje geográfico y espiritual del hombre. De Alejandro Pérez Guillén.
«En la primera, el hombre surge a través de la niebla para recorrer los lugares que han tenido algo que ver en su vida, en la mía, como Granada o Ubrique. En la segunda, llamada 'Arcoiris en blanco y negro', se hace un recuento de todo lo vivido para reencontrarse con sus orígenes. La última, 'la calle en llamas', corresponde a cuando, una vez encontrado consigo mismo, el hombre realiza un viaje interior para conocerse y que le conozcan los demás», resumió el autor, que ayer estuvo acompañado por las escritoras Rosario Troncoso y Pilar Mateos. Para ellas tuvo Pérez Guillén palabras de agradecimientos, así como para la prologuista del libro, Josefa Parra, y el ilustrador Daniel Campanario.
Este es el quinto libro publicado del poeta gaditano tras 'Entrevistas con la palabra', 'Sueños de Hada sin Hada Madrina', 'Monedas de papel' y el de relatos cortos 'La otra realidad'. «La verdad es que en cada uno de ellos mato un poco a Narciso. Una cosa que detesto es escribir siempre igual, entre otras cosas porque cuando pasa el tiempo, uno ya no es el mismo que antes», explicó el autor. Un hombre consagrado a las letras que, asegura la crítica, ha alcanzado ya la perfección literaria. Eso sí, sin narcisismo. Solo por el placer de resolver una necesidad. La de escribir.