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Un barrio fantasma recibe a la enviada de la ONU a Siria
Valerie Amos entró por fin en Bab Amro, el distrito de la ciudad de Homs que quedó vacío tras el asedio implacable de El-Asad
EL CAIRO. Actualizado: GuardarComo una ciudad fantasma se encontró ayer Valerie Amos, la subsecretaria para Asuntos Humanitarios de la ONU, el barrio de Baba Amro en Homs. Tras más de un mes de asedio por parte de las tropas de Bachar al Asad, y varios intentos frustrados de repartir ayuda humanitaria en el distrito, la funcionaria pudo finalmente entrar ayer a Baba Amro con un equipo de la Media Luna Roja siria, pero sólo encontraron ruinas y desolación. La visita de Amos no sirvió ayer tampoco para frenar la matanza. Cerca de 40 personas murieron ayer en Siria a manos de las fuerzas de seguridad, la mayoría en los alrededores del barrio más castigado por la represión.
Una veintena de personas fueron degolladas en diferentes caseríos cerca de Baba Amro, según denunciaron los Comités de Coordinación Local a Efe. El resto murieron en distintos puntos del país, seis de ellas en la provincia de Idleb, donde el Ejército bombardeaba ayer el pueblo de Jan Sheijun. Amos, a la que la semana pasada se le impidió la entrada a Siria en repetidas ocasiones, se reunió ayer con el ministro de Exteriores en Damasco, Walid al Mualem. La subsecretaria para Asuntos Humanitarios busca persuadir a Damasco para que permita la entrada de ayuda humanitaria sin restricciones en el país, aunque se ha topado con un hueso duro de roer. Al Mualem se comprometió ayer a cooperar con la delegación de la ONU siempre y cuando «se respete la soberanía y la independencia de Siria». La misma disposición mostró para la futura visita del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, que viajará el próximo sábado a Damasco para intentar mediar en la crisis.
Annan llegó ayer a El Cairo para preparar su viaje, y hoy se reunirá con el secretario general del organismo panárabe, Nabil el Árabi. Bachar al Asad se ha alejado por completo de sus vecinos árabes, que han suspendido a Siria del organismo y le han impuesto sanciones. El sábado volverán a intentar buscar una nueva solución al conflicto, y para ello se reunirán también con el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov. Por ahora, Damasco no ha aceptado bien las propuestas de mediación internacional, pero ayer dio la bienvenida al plan presentado por China, en el que se pide el fin de la violencia y la apertura de un diálogo entre todas las partes. Moscú y Pekín han sido hasta la fecha las principales defensoras de Damasco.