La crisis no frena a Mercadona
La compañía que preside Juan Roig baraja Portugal, Francia, Italia y Bélgica para su salida al exterior en 2012 Crea 6.500 empleos y aumenta su beneficio el 19% en el mejor año de su historia
VALENCIA. Actualizado: GuardarMercadona saca músculo en medio de las dificultades que atraviesa el sector de la distribución y exhibe al cierre de 2011 unos resultados que muchos de sus competidores querrían para sí. El año pasado, en un entorno marcado por las tensiones financieras, por el aumento del paro y el frenazo en seco de la actividad, el gigante que preside el valenciano Juan Roig creó 6.500 puestos de trabajo, abrió 46 tiendas (netas), mejoró su facturación un 8% y su beneficio después de impuestos un 19%, hasta alcanzar los 474 millones de euros.
Roig dio a conocer esos datos en la presentación de resultados anuales de su compañía en 2011, año que considera «el mejor de la historia» de su empresa. El presidente de Mercadona aprovechó el acto para explicar sus recetas para salvar a la economía española del negro panorama que acecha: aumentar la productividad, acabar con el «derroche» público y privado, fomentar la cultura del esfuerzo y un «cambio de actitud» en la población. «Pensemos más en nuestros deberes y menos en nuestros derechos», resumió.
El año pasado Mercadona creó 6.500 empleos, todos fijos, lo que elevó su plantilla a 70.000 personas. Roig calificó de «espectacular» esa cifra de creación de empleo porque «significa veinte puestos de trabajo al día». El 40% de los nuevos empleos fueron cubiertos por menores de 25 años.
Esa elevada creación de empleo obedeció, en parte, al empeño de la empresa por potenciar la venta de productos frescos, lo que requiere más trabajadores. El único borrón en esa cuenta fue la tasa de rotación (proporción de trabajadores que dejaron la compañía), que alcanzó el 5%. «Algo no estamos haciendo bien», señaló antes de marcarse un ambicioso objetivo: «En el año 2015 nadie se irá de Mercadona».
El presidente de Mercadona presumió de haber incrementado los salarios en 2011 y 2012, en general en proporción equivalente al IPC, aunque en determinados tramos de sueldos las subidas llegaron al 11%. Hoy el sueldo 'de enganche' de un trabajador de Mercadona son 1.050 euros netos al mes, y una cajera con cuatro años de antigüedad en la empresa gana 1.400 euros netos de media. Roig celebró haber casi desterrado de su compañía uno de los males que le obsesionan: el elevado absentismo laboral. En su empresa, en 2011 fue del 0,78%, frente al 6% del conjunto de la economía española. España, se quejó, «tira» cada año 18.000 millones de euros por la gente que, pudiendo ir a trabajar, no lo hace.
Otra obsesión de Roig es mejorar la productividad. Según los datos que ofreció, el año pasado Mercadona vendió 22.220 euros por empleado, lo que supone «un 2% más por persona» que en 2010. La facturación total alcanzó los 17.831 millones de euros, un 8% más que los 16.485 millones de 2010, y las inversiones sumaron 600 millones. «Y como la empresa ha ido muy bien, nos hemos repartido 223 millones por alcanzar los objetivos», resaltó el presidente de la compañía.
«Mucho recorrido»
Para 2012 Mercadona tiene muchos planes. El más ambicioso es su implantación en otros países. «Creemos que la compañía ya está preparada para abrir fuera», señaló, aunque después recalcó que en España le queda «mucho recorrido todavía». Entre los principales países que baraja citó Portugal, Francia, Italia y Bélgica. Su intención es comprar alguna pequeña cadena en alguno de estos países para después implantar su modelo de negocio, que pasa por «vender productos de una gran calidad a un gran precio». «Si vamos a Bélgica seremos belgas y si vamos a Francia seremos franceses», destacó. No aclaró si la compañía y sus principales enseñas (Hacendado y Delyplus) conservarán su denominación original al vender sus productos fuera de España o se adaptarán a las peculiaridades de cada nuevo mercado.
En lo que respecta al presente ejercicio, Mercadona aspira a lograr un beneficio neto de 490 millones de euros, a mejorar sus ventas un 7%, a abrir otros 60 supermercados y a crear 2.000 puestos de trabajo. Un objetivo de empleo mucho menos ambicioso, pues supone solo un tercio del empleo logrado en 2011. «Nos gusta ser conservadores» en esta materia, justificó Roig.