Barreras en la acera del tanatorio de Cádiz
Actualizado: GuardarA diario salgo a la calle con una mirada de optimismo, con las ruedas de mi silla dirección al pavimento, pensando por un unos segundos cuál será la aventura y por dónde pasearé cuando quiera ir a un determinado destino; ¿medico o facultad?, ¿hospital o playa?, ¿pasaré por la acera o la carretera?, y todavía hoy en día me sorprende y me defrauda cómo puede ser que a estas alturas, en lugares que deberían tener un acceso fácil, tengamos que encontrarnos, nosotros mismos, un colectivo con problemas de diversidad funcional, dificultades para conseguir algunos servicios cruciales, con la típica barrera de siempre, la pendiente inexistente, la rampa necesaria, el acceso a la igualdad y al derecho. ¿O es que acaso no tenemos derechos?
Sin embargo hoy, el destino ha sido otro. Mis sentimientos de tristeza y mi mirada de enfado y frustración se han manifestado de diferenta forma. Enfrascado en mis pensamientos, buscando unas palabras de consuelo, llego al tanatorio (de Cádiz o la dirección o lo que sea) para despedirme de mi amigo, que en paz esté, y aunque las instalaciones daban acceso a la entrado, la ya famosa rampa que supuestamente debería estar en la acera, no estaba. 'Doy las gracias' a la 'mentalidades' de los responsables del Ayuntamiento de Cádiz... Por un mundo sin barreras.