Juzgan a un hombre que apuñaló a su primo delante de familiares

El año 2011 no pudo empezar peor para un hombre que fue apuñalado presuntamente por su propio primo el día 1 de enero en presencia de varios familiares. Unos hechos por los que hoy se sentará en el banquillo de la Sección Octava de la Audiencia Provincial Josué T. S, acusado de un presunto delito de homicidio en grado de tentativa. Como consta en la calificación del fiscal, sobre las once de la noche del citado día la víctima se encontraba junto a un grupo de parientes en la calle Doctor Girón Segura de la barriada San Juan de Dios cuando su primo se le acercó, argumentando que tenía que hablar con él.

El demandante se apartó entonces de los demás para escuchar lo que iba a decirle pero el procesado, aparentemente sin mediar palabra, comenzó a golpearle. La víctima le devolvió los golpes hasta que su agresor cayó al suelo, momento en el que éste se levantó con un arma blanca en la mano que le clavó en la zona costal izquierda, dándose inmediatamente a la fuga. La Policía logró capturarle poco tiempo después, si bien nunca se halló el cuchillo.

En su escrito, el fiscal no aclara los motivos que originaron la reyerta, aunque fuentes del caso consultadas por este medio han afirmado que todo fue producto del alcohol sin que existiera un desencadenante previo claro. Como consecuencia del ataque, el perjudicado sufrió una herida punzante en el costado con perforación de una víscera, laceración renal e insuficiencia respiratoria aguda. Un cuadro lesivo de envergadura que, como apunta el Ministerio, pudo poner en riesgo su vida.

Estas lesiones requirieron de un tratamiento médico y cirugía, para lo que necesitó 120 días de curación de los que 17 estuvo hospitalizado, más otros 43 impedido para sus ocupaciones habituales. A pesar de ello, la víctima ha renunciado a toda indemnización por parte de su primo, que se encuentra en prisión provisional por estos hechos desde el 2 de febrero de 2011.

Agravante de superioridad

A juicio del fiscal, todo lo narrado anteriormente es constitutivo de un presunto delito de homicidio en grado de tentativa con el agravante de abuso de superioridad, puesto que el agresor iba armado y la persona que resultó herida no. Por ello solicita ocho años de prisión y la prohibición de acercarse a la víctima a menos de 300 metros y de comunicarse con ella por un periodo de diez años, además de hacer frente a las costas procesales.

Como testigos, el fiscal ha llamado a varios miembros de la familia que supuestamente presenciaron el altercado para que corroboren si efectivamente el procesado fue el autor de esta agresión que pudo acabar de una forma aún más trágica.