El Barça tensa la cuerda con la Federación

El secretario y portavoz de la junta directiva del Barcelona, Toni Freixa, convocó ayer una rueda de prensa de urgencia en el Camp Nou para mostrar la indignación del club respecto a las palabras del presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), Victoriano Sánchez Arminio. El excolegiado aseguró el domingo que iba a denunciar a Piqué ante el Comité de Competición por decir que la roja que le mostró el sábado Velasco Carballo ante el Sporting había sido «premeditada» como venganza por una discusión que habían tenido en el descanso. «Me cogió la matrícula», explicó.

El Barça ha decidido dar el paso al frente que hace tiempo le solicitaban sus socios para defender los intereses del club. «Sandro Rosell me ha dicho que las cosas pintan peor. Nuestros jugadores tienen un comportamiento impecable y merecen un trato impecable, igual que cuando son ejemplo en la selección. Seguimos sin hablar de los árbitros, pero no hemos tenido suerte esta temporada», afirmó.

Y fue a la guerra de forma definitiva al subrayar que «la aparición de Sánchez Arminio es oportunista, pues Piqué ya le dijo al árbitro tras el partido lo mismo que explicó después a la prensa y el árbitro no puso nada en el acta. Por eso pedimos a la Federación que nos informe de los criterios que sigue el Comité de Árbitros para denunciar unos actos e ignorar otros similares y qué criterios sigue Competición para entrar de oficio a analizar esas denuncias o no. Simplemente, queremos conocer las reglas del juego».

Informó de que hoy el Barça «no asistirá a la reunión de la Federación en la que se decide la sede de la final de Copa como muestra de desencanto porque no se han tenido en cuenta la fuerza de nuestros argumentos». Y avanzó que se presentarán alegaciones a la roja de Piqué, práctica no habitual en los culés con Guardiola al frente.