La viuda (segunda por la dcha.) y los tres hijos de Isaías Carrasco, durante el homenaje organizado ayer por los socialistas en Arrasate (Guipúzcoa). :: JAVIER ETXEZARRETA / EFE
ESPAÑA

La hija de Isaías Carrasco no cree en el «arrepentimiento» de Batasuna

El PSE homenajea al exconcejal de Mondragón cuando se cumplen cuatro años de su asesinato a manos de ETA

BILBAO. Actualizado: Guardar
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«No creo que el arrepentimiento de la izquierda abertzale sea sincero ni espontáneo». Sandra Carrasco, hija mayor del que fuera concejal por el PSE en Mondragón Isaías Carrasco, muerto a manos de ETA hace cuatro años, no esconde su desconfianza hacia el camino iniciado por la antigua Batasuna, la misma que no condenó el asesinato de su padre. El municipio guipuzcoano estaba gobernado entonces por ANV. Es más, considera que «llega tarde». Y es que, si algo tiene claro es que «solo el tiempo y las actitudes más humanas y menos soberbias lograrán que el dolor sea más llevadero».

Sandra se pronunció de esta forma, sin tapujos, como siempre lo ha hecho, durante la ofrenda floral que los socialistas vascos celebraron ayer en Mondragón en memoria de su antiguo compañero. Un emotivo acto en el que estuvieron presentes su viuda, Marian Romero, su madre y los otros dos hijos de la pareja, Ainara y Hadei, así como multitud de cargos del PSE. Entre ellos, el consejero de Interior, Rodolfo Ares; el secretario general de los socialistas de Gipúzcoa, Iñaki Arriola, el portavoz del partido, José Antonio Pastor, su homóloga en las Juntas Generales de este territorio histórico, Rafaela Romero, y el diputado en el Congreso Odón Elorza. También acudieron representantes del PNV y EA, así como el periodista Gorka Landaburu, que sobrevivió a un atentado de la banda, y el secretario general en el País Vasco de UGT, sindicato del que la víctima era afiliado.

El que no se acercó hasta Mondragón fue el diputado general, Martin Garitano (Bildu), que previamente declinó dar este paso para, según sus palabras, evitar una «trifulca política».

ETA acabó con al vida de Isaías Carrasco a dos días de las elecciones generales de 2008 -se suspendió la campaña electoral-. Un terrorista le descerrajó cinco disparos cuando acababa de salir de su casa para ir a trabajar. Su mujer y su hija mayor fueron testigos de aquella barbarie.

Sandra reconoció ayer que «el camino ha sido largo y doloroso» y se congratuló de que «por fin parezca que va llegando a su fin». Ahora bien, se mostró escéptica ante el devenir de los acontecimientos. La hija mayor de Carrasco consideró que tras el cese definitivo decretado por ETA resulta «un poco contradictorio» que siga deteniéndose a terroristas con «armamento y material explosivo». «A eso -añadió-, hay que sumarle que no han entregado las armas ni mostrado ningún tipo de arrepentimiento, cosa que es crucial para su credibilidad».

«A sangre fría»

«La izquierda abertzale quiere hacernos ver los hechos desde su punto de vista, pero ni mi familia ni yo sentimos que su arrepentimiento sea sincero y espontáneo. No les creímos antes, tampoco ahora», expresó. Además de Sandra, el que también tomó la palabra en el homenaje a Isaías Carrasco fue el secretario general del PSE guipuzcoano. Iñaki Arriola recordó al que fuera su compañero de filas como un «hombre de bien» que fue concejal «en momentos difíciles en los que había que jugársela». «ETA lo asesinó porque era un blanco fácil, una persona indefensa. No fue en un enfrentamiento armado, sino a sangre fría, cobardemente», censuró.

El dirigente socialista recordó en esta línea que quienes «ahora manifiestan su profundo pesar por las consecuencias de la acción armada de ETA y lamentan que su posición política supusiera una humillación para las víctimas, hace cuatro años se negaran a condenar el asesinato de Isaías». «No hemos invitado a nadie y los que estamos aquí hoy -por ayer-, lo estamos de corazón», remarcó, en alusión a Garitano.

Iñaki Arriola se congratuló de que la paz y la libertad «se estén abriendo camino en Euskadi». Ahora bien, según subrayó, «si la izquierda abertzale hubiese roto antes sus cadenas con la banda, nos habríamos ahorrado mucho sufrimiento».