Carrera por el once

La carrera por entrar en el once titular arrancó ayer. David Lombán no podrá estar en Girona por culpa de la quinta cartulina amarilla que vio el sábado en el encuentro contra el Córdoba y ya Gerard y Juan Calahorro luchan por meter la cabeza en la alineación de Vicente Moreno. En principio, viendo las últimas listas de convocados, parece que el catalán está por delante del central llegado del Betis, pero tanto uno como otro afrontan la semana «con mucha ilusión» por tapar el hueco dejado por Lombán.

Hasta la fecha Gerard no ha encontrado la regularidad. La competencia y las lesiones le han impedido trenzar varios encuentros consecutivos en el titular, pero ahora la baja por sanción de un compañero le puede abrir las puertas del once. Desde su veteranía apunta que entrenará «igual que todas las semanas y espero no tener ningún tipo de molestias, que es lo que llevo deseando durante todo el año. Luego será el míster el que decidirá. Está otro compañero como Calahorro por ahí, por lo que la verdad es que cualquiera puede jugar. Intentaremos entrenar bien y que el míster decida». En casos como los del espigado defensor azulino, este tipo de oportunidades sirven de atajo para ganarse la confianza del entrenador y hacerse un hueco en el once. Así, al menos, lo considera el propio Gerard: «Si tengo la suerte de entrar en el once, trataré de hacerlo bien en el partido para que luego el míster siga contando conmigo. La verdad es que todo jugador necesita tener continuidad. Hay muchas ganas. Es una semana en la que falta un compañero porque está sancionado, por lo que pondremos muchas ganas e ilusión para entrar en el equipo, que tengo muchas ganas».

La experiencia que le dan sus 33 años le sirve para estar tranquilo y ser consciente de que todavía quedan muchos encuentros de la segunda vuelta para hacerse con un sitio en el equipo. De cualquier manera, y pese a que termina contrato, todavía no quiere pensar en su futuro: «Queda mucho. Son quince encuentros y eso es un mundo. Ahora no es el momento de pensar en mi futuro. Vivo el presente, tengo muchas ganas de jugar, de encontrar un poco de continuidad y eso es lo único que me marco. No me fijo en nada más allá».

La otra cara de la moneda es la de Juan Calahorro. Para el joven defensa cedido por el Betis tampoco está siendo fácil su aterrizaje en el Xerez. Cuenta que desde que llegó «las sensaciones son bastante positivas y me han acogido magnífico los compañeros», pero tras el mercado de invierno el Xerez ha logrado buenos resultados y esto le ha cerrado la puertas del once. «Desde que yo llegué el equipo está teniendo una dinámica bastante positiva y así ha sido complicado entrar. La verdad es que el sábado tuvimos la mala suerte de perder y esperemos que contra el Girona volvamos a cosechar una nueva victoria para volver a tener otra vez la racha positiva que estábamos teniendo».

Lejos de entrar en polémicas, Juan cuenta que nadie del Betis se ha puesto en contacto con él para preguntarle los motivos por los que no estaba teniendo minutos todavía en el Xerez. Pero sin reconocerlo, sí que da la sensación que Calahorro esperaba contar más para Vicente Moreno. De hecho, el central recuerda que «tenía otra oferta en el mercado de invierno, pero yo me decanto por el Xerez porque me pareció una opción bastante buena y tanto Emilio Viqueira como el cuerpo técnico me transmitieron mucha confianza. Yo esperaba otra cosa, no es que pensara que fuera a ser fácil porque en el mundo del fútbol no hay nada sencillo, pero hasta el momento el equipo estaba teniendo problemas defensivos y por eso me firmaron a mí. Pero luego se comenzó a cosechar buenos resultados y yo entiendo que el míster mantenga el equipo. Cuando una cosa funciona, lo normal es no cambiar». Además, Juan añade que entrar en un equipo en el mercado de invierno «nunca es fácil. En todos los conjuntos hay mucha competencia y rivalidad. Desde que yo he llegado el Xerez ha ofrecido un buen nivel defensivo y no se estaban encajando apenas goles. Se estaba haciendo un buen trabajo y lo normal es que el míster no cambiara hasta que las cosas fuesen mal o se produjera alguna sanción o lesión, como por ejemplo ahora con la baja de Lombán. De todas formas, yo continúo trabajando con la misma ilusión que hasta hoy».

Durante el entrenamiento de ayer Calahorro sufrió un golpe de Israel que le produjo una pequeña herida en el tobillo, pero ésto no supondrá ni el más mínimo obstáculo para que trabaje con normalidad durante la semana, pues Juan no quiere dejar pasar la oportunidad: «Desde que llegué estoy esperando este momento. Esta semana hay un hueco y si el míster me da la oportunidad, trataré de aprovecharla, engancharme al carro y empezar a jugar. Todos luchamos por hacernos con un hueco en el once, pero será el míster el que tenga que decidir. Yo me centro en trabajar día a día a tope para ponérselo difícil a él».