La voz del silencio de un fotógrafo con vida de soleá

Él mismo lo explicaba ayer con su estilo tan característico, mezcla de sensibilidad y de fuerza: «La fotografía ha sido mi refugio, la voz de mi silencio». Sin duda, el mejor vehículo para expresarse de un tímido con demasiado que decir y que gracias a sus imágenes ha podido transmitir al mundo sus vivencias.

Y mucha de la experiencia vital y profesional del fotógrafo Miguel Ángel González tiene que ver con su relación con el flamenco, ese arte que descubrió ya de niño cuando le mandaron callar aquella vez que cantaba uno de los grandes, y del que se hizo encendido seguidor cuando de la mano de la que ahora es su esposa, Pepa, entró en una peña y escuchó cantar a Luis de la Pica.

La fotografía de esa noche, en un evocador blanco y negro, es una de las muchas que ahora están recogidas en la página web que González presentó ayer en el marco de las tertulias del Festival de Jerez, y que es una ventana a su talento con solo teclear www.myangelflamenco.com.

La web, con un logo evocador de un mantón, transmite su estilo, sin florituras, y recuerda a muchas generaciones de artistas, con un especial homenaje a Moraíto. Y también a la soleá, ese palo que González dice que ha sido el símbolo de su vida.

Era casi un pecado que su obra no tuviera hasta ahora este escaparate que es su web. Y es que, como dicen los que mejor lo conocen y han trabajado con él desde hace décadas en la prensa, «Miguel Ángel tiene un profundo respeto por lo que ve». Y ahora todos ustedes lo pueden comprobar.