El PP aprueba en solitario la privatización de la gestión del agua

Tercer pleno en tres semanas. La situación económica del Ayuntamiento no da tregua y por ello el equipo de gobierno convocó ayer una sesión extraordinaria para aprobar la privatización de la gestión del servicio del agua que, como era previsible, contó con el rechazo en bloque de la oposición. Los argumentos son los mismos que se han venido repitiendo en los últimos meses y que el delegado de Economía, Enrique Espinosa, se apresuró a desmentir: subida de la tarifa del agua, consecuencias para la plantilla, merma de un servicio en el que la empresa que asuma la concesión solo buscará «rentabilidad», etcétera.

El PP dio luz verde de este modo en solitario a la memoria justificativa del cambio de gestión, con un pliego de condiciones que según Espinosa establece la obligación de realizar inversiones por el importe de un millón de euros anuales, cuantía que duplica a la que Ajemsa viene realizando. El delegado de Economía reiteró además que las tarifas en los próximos 25 años solo se actualizarán como máximo el IPC anual.

El pliego mantiene además la gratuidad del consumo en las instalaciones municipales. La alcaldesa, María José García-Pelayo, defendió también la medida por la «situación límite», aunque reconoció que «no es plato de buen gusto».

Quien más profundizó en su rechazo a la misma fue el portavoz de IU, Joaquín del Valle, que presentó una enmienda para mantener el actual modelo de gestión directa. Una iniciativa apoyada por los demás grupos de la oposición.

Antes de entrar en la citada memoria para el cambio de gestión, se dio luz verde a la carta de garantías propuesta por el Ayuntamiento, en la que queda asegurada la continuidad del personal de Ajemsa. El grupo municipal del Foro Ciudadano decidió no participar en la votación por estar en total desacuerdo con la privatización, mientras que IU criticó que se haya hablado del respaldo de la plantilla a la medida cuando «lo que tienen los trabajadores es la soga al cuello».

Los grupos denunciaron además que no se dé garantías a las subcontratas de Ajemsa, aunque el PSOE agradeció «al menos una mínima garantía para los trabajadores de Aguas de Jerez».

Tensión en el debate

El enfrentamiento entre Pilar Sánchez y la alcaldesa, María José García-Pelayo, aportó cierta tensión al debate. La exalcaldesa acusó a la actual regidora de «mentir» por las acusaciones sobre las contrataciones en Onda Jerez, a lo que Pelayo respondió que «ustedes están imputados por contrataciones y nosotros no». Una lucha dialéctica que evidenció una vez más el eterno distanciamiento entre ambas.

Por su parte, Joaquín del Valle realizó una extensa exposición para oponerse al cambio de gestión, alertando de consecuencias como el empeoramiento del servicio, subida de tarifas, indefensión de los ciudadanos, peores condiciones de la plantilla, etcétera. Asimismo, propuso la separación del ciclo integral del agua y la recogida de basuras.

Aportando abundantes datos, defendió la viabilidad de la empresa y apostó por un plan de viabilidad y otras medidas para restablecer el «equilibrio patrimonial» de Ajemsa.

El portavoz del Foro Ciudadano, Pedro Pacheco, lamentó las privatizaciones de servicios públicos y que sean los que tienen menos los que paguen los platos rotos de la crisis. La medida, a su juicio, es una «patada hacia adelante» para paliar la situación financiera, además de que la venta de la «joya de la corona» apenas dará beneficios.

La alcaldesa recriminó sus palabras a quien precisamente es «una de las grandes fortunas de la ciudad», por lo que le pidió «coherencia». Asimismo, le recordó que él privatizó múltiples servicios «como el transporte, la limpieza de colegios, recogida de basuras, parques y jardines, etcétera, así que no dé usted lecciones ni cuente historias». El exalcalde reaccionó entonces respondiéndole que está «bastante mal informada».