Los Mossos dan de plazo hasta hoy para acabar con el encierro estudiantil

El encierro que mantienen desde el miércoles los estudiantes de la Universidad de Barcelona (UB) en el Rectorado tiene las horas contadas. Nadie reconoce que haya habido negociaciones, pero es lo más probable y todo parece indicar que hoy por la tarde, y de forma pacífica, los universitarios cogerán sus sacos de dormir y se marcharán. Pondrán así punto final a una ocupación de tres días y tres noches en la que han protestado por los recortes en la Universidad.

«Nos iremos el sábado. Será un gran día», dijo ayer uno de los portavoces del movimiento estudiantil. Antes de partir, celebrarán dos asambleas. En una abordarán la situación en la que quedan las universidades públicas catalanas tras los recortes, y en la otra establecerán los grupos de trabajo de cara a futuras movilizaciones. «Queremos crear las bases de una asamblea estable», dijeron los alumnos. Los estudiantes creen que los gobiernos han sobrepasado todos los límites asumibles con los ajustes presupuestarios y anuncian un curso 'caliente'. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, les respondió desde Marruecos que «todo el mundo que proteste debe tener presente que la situación del país es la que es».

Policía vigilante

Aunque la Universidad de Barcelona reclamó el desalojo inmediato del antiguo edificio a los Mossos d'Esquadra, los responsables de la Policía catalana señalaron que los agentes no entrarán hasta hoy. «Esperaremos a ver si cumplen su palabra», dijo el director general de la Policía, Manel Prat. El Rectorado también se mostró partidario de congelar la petición de desalojo.

Por tanto, los Mossos y la UB se mantendrán vigilantes. Si los estudiantes no cumplen lo prometido y no siguen el ejemplo de sus compañeros de la Rovira i Virgili de Tarragona, que ayer empezaron a levantar el campamento, el rector señaló que pedirá la intervención de la Policía. En cualquier caso, lo que nadie quiere es que se repitan casos anteriores.

Y es que aún están muy recientes los ejemplos de Valencia, el desalojo de indignados de la plaza de Cataluña de hace un año -que terminó con cientos de heridos y los responsables policiales imputados- y sobre todo el encierro en este mismo edificio de la UB en 2008. En aquel año, los alumnos permanecieron cuatro meses y cuando fueron desalojados se reprodujo una batalla campal. Tras los disturbios, hubo manifestaciones y se instaló una gran crispación social en la calle, como la que se vivió el miércoles al término de la protesta estudiantil en Barcelona. La jornada se saldó con 12 heridos y otros tantos detenidos, algunos de ellos calificados por el consejero de Interior como «profesionales de la violencia» y como «delincuentes, no antisistema», según las palabras de un comisario de los Mossos d'Esquadra.