Esta imagen se tomó hace poco más de un año; pocos cambios se han producido en los terrenos desde entonces. :: JAVIER FERGÓ
Jerez

El proyecto de Zahav Motor agoniza

La empresa no ha realizado todavía la inversión inicial ni ha depositado la fianza ni ha creado empleos; El Ayuntamiento le pide por escrito que «cumpla sus compromisos», pero en el horizonte está la suspensión del contrato suscrito

JEREZ. Actualizado: Guardar
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La verdad es que se veía venir desde prácticamente un principio. Uno de los proyectos estrella del pasado mandato, el de la fábrica de Zahav Motor, agoniza y está a un paso de pasar definitivamente a la historia. Ya nació dejando un reguero de dudas en su presentación. Los que entonces estaban en la oposición lo aprovecharon políticamente y no se cansaron de denunciarlo. Sucede que el PP está ahora gobernando el Ayuntamiento de Jerez y, claro, la desconfianza ha seguido marcando una inversión en la que realmente pocos creían por múltiples razones.

Ayer se escribió un nuevo capítulo de esta lenta agonía del proyecto. El Ayuntamiento anunció, a través de un comunicado, que ha solicitado a Zahav «el cumplimiento» de los compromisos contractuales que adquirió con la ciudad y con Emusujesa, la Empresa Municipal del Suelo.

Aprovechaba para enumerar, uno tras otro, los incumplimientos que asegura en los que ha incurrido la firma. Así, señala que, según confirma la empresa municipal, hasta la fecha la entidad mercantil en cuestión «no ha realizado la inversión prevista ni ha generado los empleos directos que anunció en su día, y sobre los que se basaba la declaración municipal de interés público de su proyecto, que aún no ha conseguido, y que era lo que le daba derecho a la subvención municipal». Y añade que, hasta el momento, tampoco ha depositado la fianza ni ha abonado las rentas anuales pactadas con Emusujesa una vez transcurrido el período de carencia.

Primer contrato

Cabe recordar que el germen de la inversión se remonta al 15 de enero de 2010 -acaban de cumplirse dos años-, cuando el anterior gobierno municipal presidido por la socialista Pilar Sánchez y la entidad mercantil Zahav Auto Industry España S.L. acordaron mediante contrato el arrendamiento de una parcela de 120.000 metros cuadrados ubicada en el sector 33 de la Ciudad del Transporte. La finalidad era la implantación de una actividad de montaje y/o ensamblaje de vehículos a motor de la marca Zahav. El desarrollo del proyecto preveía una inversión de más de 20 millones de euros y la creación de entre 500 y 600 puestos de trabajo directos.

Como cabía esperar el actual gobierno local del Partido Popular aprovecha para lanzar un dardo a sus precedecores: «Dos años más tarde, la promesa del PSOE y de la anterior alcaldesa está totalmente paralizada».

En cualquier caso, cabe reseñar, asimismo, que, el pasado 14 de julio, el nuevo gobierno municipal del PP modificó el acuerdo inicialmente previsto, suscribiendo una adenda al contrato de arrendamiento con opción a compra mediante la cual se cambiaba la superficie objeto de arrendamiento, pasando de 120.000 metros cuadrados a 50.000. Además, en el citado documento se señalaba que el comienzo de las actividades productivas de Zahav se concretaría en el primer trimestre del año 2012. Pero transcurrido todo este tiempo, «la realidad es que el proyecto sigue igual que hace seis meses». Y es precisamente ante esta situación que el Ayuntamiento ha decidido solicitar a la empresa que cumpla sus compromisos.

El futuro

¿Y qué pasará si sigue sin cumplirlos? Nadie quiere decirlo ahora públicamente -al menos de momento-, pero la respuesta es obvia. De hecho, el propio teniente de alcalde y delegado municipal de Urbanismo, Antonio Saldaña, ya avanzó por dónde irían los tiros en una entrevista concedida a LA VOZ el pasado mes de junio: «Zahav debe demostrar que su proyecto es serio o deberá abandonar su suelo». Claro y contundente. Y eso es lo que pasará si la firma chino-iraní no rectifica, según apuntaban ayer fuentes municipales a este medio. Tiene, en definitiva, las horas más que contadas.

Quedarían libres, de esta manera, 50.000 metros cuadrados de suelo industrial en la Ciudad del Transporte para que otra empresa se instalase allí.