![](/cadiz/prensa/noticias/201203/01/fotos/8952604.jpg)
Kim Jong-Un cambia misiles por comida
Corea del Norte anuncia la suspensión de su programa nuclear, para recibir 270.000 toneladas de alimentos de EE UU
NUEVA YORK. Actualizado: GuardarArmas o comida. Ese es el dilema que ha tenido que enfrentar el joven Kim Jong-Un, que asumió el cargo el 26 de diciembre tras la muerte de su padre, Kim Jong-Il, el Querido Líder. A sus 29 años, Kim necesita demostrar al pueblo que la situación mejorará bajo su mando y nada será mejor recibido en Corea del Norte que las 240.000 toneladas de alimentos que EE UU ha prometido a cambio de que suspenda sus aspiraciones nucleares.
El acuerdo anunciado ayer fue una sorpresa. Los dos países habían sostenido una tercera ronda de conversaciones la semana pasada en Pekín sin que hubiera señales de acuerdo, pero cuando los negociadores norcoreanos volvieron a casa y explicaron con detalle la oferta de EE UU, Kim se lo pensó mejor. Su depauperado país depende desde 2008 de la ayuda de subsistencia que le envía China y el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, como consecuencia del deterioro de sus relaciones con el Gobierno de Corea del Sur. Para entonces EE UU y la comunidad internacional ya le habían cerrado el grifo desde que el ahora fallecido Kim Jong-Il expulsó a los inspectores de la ONU y reinició las actividades nucleares, con amenazadoras pruebas en 2006 y 2009.
Las sucesivas negociaciones habían fallado estrepitosamente mientras el Querido Líder estuvo con vida. Estas eran las primeras desde su muerte. Los negociaciadores se reunirán en los próximos días para finalizar los detalles de las necesidades de comida del pueblo norcoreano, porque en lo que a armamento se refiere Washington ya ha atado los cabos.
Pyongyang ha aceptado desmantelar el reactor 5-MW de la central de Yongbion y todas las instalaciones asociadas, implementar una moratoria de pruebas nucleares y misiles de largo alcance, así como suspender toda actividad nuclear en esa central, incluyendo el enriquecimiento de uranio. Como prueba permitirá el regreso de los inspectores de la ONU «mientras las negociaciones sean fructíferas», ha puntualizado la agencia de noticias oficial de Corea del Norte KCNA.
Por su parte EE UU celebró este «importante aunque limitado progreso» que la secretaria de Estado Hillary Clinton considera «un modesto primer paso en la dirección correcta». En su comunicado, reiteró que no alberga intenciones hostiles hacia ese país y que está preparado para incrementar el intercambio entre ambos pueblos.