El jerezano Miguel Lavi, como otros muchos cantaores, compuso el recital con los palos que sintió en ese momento que debía interpretar. :: JAVIER FERGÓ
Jerez

Demostración de poderío flamenco en la garganta de Miguel Lavi

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El palacio de Villavicencio acogió ayer la primera de las sesiones de cante sin mediación técnica. Y el encargado de romper el hielo fue Miguel Lavi, Premio al mejor cantaor de atrás del pasado Festival de Jerez, que se estrenaba en este escenario en solitario. El artista ya anunció en la presentación de su recital que iba a poner «el alma y el corazón» y así lo hizo, sumándole a esos dos elementos la flamenquería y el poder evidente de su garganta. El jerezano, que comenzó el recital por tonás y cerró por bulerías, hizo toda una demostración de saber hacer junto a la guitarra de Manuel Parrilla y las palmas de Carlos Grilo y Manuel Puyol.