Se desvela un atentado frustrado contra Putin a seis días de las elecciones
La oposición denuncia que la divulgación del supuesto complot por parte de una televisión rusa quiere mejorar la posición del candidato
MOSCÚ. Actualizado: GuardarEn la recta final de la campaña electoral de las presidenciales rusas del 4 de marzo el equipo de campaña del primer ministro, Vladímir Putin, recurre a cualquier estratagema con tal de asegurarse la victoria. Incluso lanzar la noticia de que el FSB (los servicios secretos del país), en colaboración con sus colegas ucranianos, el SBU, desarticularon en enero una célula islámica chechena que preparaba un sangriento atentado contra Putin.
La información partió ayer del Canal Uno ruso, que mostró en antena un detallado material filmado en la ciudad portuaria ucraniana de Odessa. Al parecer, de acuerdo con los datos obtenidos por el reportero, a principios de enero se produjo una explosión en un piso de un edificio de viviendas, en el que murió un hombre identificado como Ruslán Madáyev. En un principio se creyó que se trataba de la detonación de una bombona de gas, pero después se descubrió que fue resultado de la manipulación inadecuada de una sustancia explosiva.
Tras la detonación fue detenido Iliá Pianzin, que vivía en el apartamento con el fallecido Madáyev y que reconoció ser miembro de una célula islamista enviada a Ucrania por el líder de la guerrilla chechena, Dokú Umárov, con varias misiones, una de ellas trasladarse a Moscú y asesinar a Putin. Ambos sospechosos llegaron procedentes de Arabia Saudí, tras una escala en Turquía. Gracias al interrogatorio, se reveló la existencia de un tercer integrante, Adam Osmáyev, natural de Grozni (Chechenia), que también formaba parte del comando. Osmáyev, según el Canal Uno, fue arrestado el pasado 4 de febrero.
El reportaje muestra los testimonios de Pianzin y Osmáyev durante los interrogatorios. Este último declaró también que en Moscú escondieron explosivos en un zulo cercano a la línea del ferrocarril, que conduce al aeropuerto de Vnúkovo, para llevar a cabo el atentado contra Putin. Agentes y artificieros del FSB se dirigieron hasta el lugar y desactivaron la «potentísima» carga «pocos días atrás», según afirma la cadena rusa. Un hombre, que se presenta como agente del FSB, sostiene en la filmación que la bomba habría podido destruir completamente un camión entero.
Madáyev y Pianzin permanecen detenidos en Ucrania, pero nada se ha dicho sobre si la Justicia rusa ha exigido o no su extradición. Ninguna fuente del Kremlin se avino ayer a confirmar o desmentir las informaciones del Canal Uno. Por su parte, la agencia RIA-Nóvosti citaba a un representante de los servicios secretos de Moscú, que aseguraba que ya en enero fueron informados de que se preparaba un ataque contra el primer ministro.
Ira de la oposición
En un primer momento, el portavoz del jefe del Gobierno, Dmitri Peskov, no quiso hacer comentarios al respecto. Pero más tarde rompió su silencio cuando se desató la ira de algunos de los candidatos a presidente. El comunista, Guennadi Ziugánov, tachó las informaciones sobre el supuesto atentado contra Putin de «truco que huele muy mal». Asimismo, el centrista Serguéi Mirónov no puso en cuestión la veracidad de lo emitido, pero se preguntó por qué, si todo se sabe desde hace semanas, ha habido que esperar «hasta la última semana de la campaña electoral».
El más contundente fue el ultranacionalista Vladímir Yirinovski al afirmar que «una prueba de que las cifras de los sondeos, pronósticos o índices de popularidad no se corresponden con la realidad es el lanzamiento de este señuelo sobre la presunta preparación de un asesinato». A juicio de Yirinovski, «pretendían que el sector de población más inculto se compadezca de Putin». «Las ancianas dirán: lo querían matar, vamos a votar por él. Es vergonzoso, es una profanación de las elecciones, es burlarse de la gente», aseguró el aspirante del Partido Liberal Democrático.
Peskov rechazó que todo se trate de un truco preelectoral, aunque no fue muy convincente a la hora de aclarar por qué se ha sabido ahora y no a comienzos de febrero. «Hacía falta algún tiempo para realizar las comprobaciones preliminares que, lamentablemente, confirmaron toda la gravedad en relación con el jefe del Gobierno», explicó el portavoz gubernamental. «Putin tiene muchos enemigos que son capaces de todo con tal de no permitirle continuar con su labor», añadió.
El politólogo Dmitri Oreshkin dijo ayer en declaraciones a la emisora Eco de Moscú que el FSB «trata de utilizar el viejo mecanismo de movilización electoral según la lógica: estamos rodeados de enemigos, tenemos un líder nacional único, inteligente y eficaz, al que quieren eliminar. Obstaculicemos los planes del enemigo». Del mismo modo, el presidente de la Asociación de Veteranos de los servicios secretos Alpha, Serguéi Goncharov, califica de «aficionados» a los detenidos en Odessa y estima que «difícilmente hubieran podido haberse siquiera acercado al primer ministro». «Dicen que contra Putin se han preparado unos 12 atentados y al final sirvieron más bien como campaña de imagen en su favor», recordó.