Rubalcaba ordena al PSOE «una ofensiva» contra la reforma laboral
El PP no teme que las protestas por el abaratamiento del despido le pasen factura en los comicios de Andalucía y Asturias
MADRID. Actualizado: GuardarAlfredo Pérez Rubalcaba reunió ayer en Madrid a todos los responsables provinciales del PSOE para exigirles la máxima implicación propia y de su militancia en la «ofensiva política» que el partido va a desatar en los próximos días contra la reforma laboral de Mariano Rajoy.
La batalla contra el abaratamiento del despido y los ataques a la negociación colectiva van a ser la prioridad opositora absoluta del PSOE, que quiere mantener un diálogo constante con CC OO y UGT, puntas de lanza de las críticas y las protestas, y con las organizaciones sociales más críticas con la reforma.
Los socialistas preparan una ofensiva «seria y contundente» en dos fases, convencidos de que el PP no tiene intención alguna de dar su brazo a torcer en la tramitación parlamentaria. La primera fase, ya iniciada, será de explicación y denuncia de la reforma, que consideran «una gran estafa» con la que el Gobierno de Rajoy «quiere hacer saltar por los aires todos los equilibrios logrados en democracia en las relaciones laborales» y «fulminar los derechos de los trabajadores». Se realizará mediante cartelería, centenares de actos, mociones en todos los municipios y autonomías, la puesta en marcha de la web reformapeligrosa.es, y centrará los debates del primer Consejo Territorial de la era Rubalcaba, que se celebrará el jueves en Oviedo.
La segunda fase dará a conocer el modelo alternativo de reforma, contenido en la enmienda a la totalidad que se presentará en el Congreso al proyecto gubernamental, que se trasladará a la ciudadanía desde los medios propios y las redes sociales. El PSOE mantiene la intención de recurrir la ley ante el Constitucional si no hay cambios. Sobre lo que aún no habla es sobre la huelga general.
Los socialistas, además de tratar de transmitir a los ciudadanos los males concretos de la reforma, que creen que «va a triturar el empleo y aumentar los despidos», de forma especial entre jóvenes y mujeres, defenderán que es el mejor ejemplo de que Rajoy «ha lanzado un auténtico programa de revisionismo ideológico con la crisis como coartada». El mensaje que subyace a la ofensiva es que lo que se observa es «el comportamiento autoritario y paternalista de una derecha que, cuando se ve con un poder absoluto, comienza a cometer desmanes».
«Un gran avance»
El PP, a su vez, no teme que la reforma laboral lastre sus perspectivas electorales en Andalucía y Asturias, que celebran comicios el 25 de marzo. María Dolores de Cospedal, incluso, defiende que la nueva legislación del mercado de trabajo será positiva para los intereses populares. «Los andaluces y asturianos, como el resto de los españoles, sabrán valorar que España tiene un Gobierno que gobierna», acotó.
La secretaria general del PP arremetió contra el PSOE por asegurar que la reforma laboral mengua derechos y prestaciones de los trabajadores. «El mayor recorte que se ha hecho en España es que 5,3 millones de españoles no tengan un puesto de trabajo», remachó.
Cospedal reiteró el apoyo unánime de su partido a la reforma laboral porque, a su juicio, supone un gran avance al permitir al empresario «fórmulas que le permitan salvar los puestos de trabajo», en alusión a la posibilidad de bajar los salarios.