Rürup, antiguo asesor del Gobierno alemán. :: REUTERS
Economia

«España tiene muchos deberes por hacer»

Vaticina un futuro brillante para Alemania y asegura que la locomotora de Europa no tendrá recesión Bert Rürup Exjefe de 'Los Cinco Sabios' alemanes

BERLÍN. Actualizado: Guardar
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Bert Rürup, antiguo jefe del grupo asesor del Gobierno federal alemán conocido como 'Los Cinco Sabios' y miembro del mismo desde 2000 hasta 2009, presenta hoy en Berlín su libro 'Las vacas gordas. Por qué le espera un futuro brillante a Alemania'. Rürup, que en su día presidió la comisión que renovó el sistema de jubilaciones germano bajo el mandato del canciller Schröder y hoy en día dirige el Instituto de Investigación Económica de Berlín, vaticina un brillante futuro para su país y deja claro que si España hace bien los deberes podrá salir de la crisis en dos o tres años.

-En medio de la crisis, Alemania parece una isla de optimismo.

-Sí, parece que las cosas van mejor, pero no todo va bien. Quizá nos supimos adaptar mejor en las primeras fases de la globalización. Si echamos diez años la mirada atrás, en esa época solo imperaba el pesimismo en Alemania. Pusimos en marcha la reforma conocida como 'Agenda 2010'. En ningún otro país de la OCDE se reformó el sistema fiscal y social de manera tan profunda. De manera paralela, las empresas consolidaron sus balances con un aumento de capital. Y, por último, Alemania apostó por su industria.

-¿Ahora deben ayudar a otros?

-Sí, por qué no. Una Unión Monetaria tiene que llevar adheridos elementos solidarios. El euro conlleva dos problemas de nacimiento. El primero, creer que a través de un pacto de estabilidad se puede sustituir una armonización económica de los miembros. Y el segundo, que la UE fue siempre una unión de transferencia, pero sin que los países pudieran contar con elementos solidarios. Soy de la opinión de que hay que mantener el euro y el Gobierno alemán es de la misma opinión.

-En España el déficit fue un 8,51% del PIB. La UE le exige reducirlo hasta un 4,4%. Mucha presión...

-Un poco de presión es necesaria. Sin embargo, los objetivos de déficit son muy difíciles, porque el Estado puede reducir los costes o elevar los impuestos, pero no puede gravar el PIB, por lo que no se puede hacer responsable de objetivos relacionados con el PIB al Estado.

-¿Un paquete de recortes tan importante como el español en un país con la mayor tasa de desempleo de la UE es la mejor opción?

-No se ahorra por ahorrar, sino para mejorar las condiciones a largo plazo pero, naturalmente, eso conlleva contracciones a corto plazo. Ese es el precio. No obstante, el Gobierno debe hacer reformas, de tal manera que se fomenten las inversiones de capitales privados. Solo a través de la consolidación de los presupuestos no se consigue nada, hay que elevar al mismo tiempo las inversiones privadas. Y esto no es algo que pueda hacer el Gobierno solo y de manera automática. No se pueden hacer únicamente recortes, hay que impulsar la economía también.

-Recortes en el gasto estatal, subida de los impuestos..., ¿no cree que antes o después el panorama español se pondrá muy negro?

-Pero nunca al nivel de Grecia. El futuro para España es relativamente bueno, aunque tiene muchos deberes por hacer. España tuvo los últimos 10 años una etapa dorada de crecimiento que se vino abajo, pero en dos o tres años volverá a mejorar, no a los niveles de antaño, porque no cuenta con las mismas condiciones. Por ejemplo, no cuenta con el sistema inmobiliario, pero mejorará. España tiene que centrarse en otros ámbitos como en su industria turística. Es un sector importantísimo y muy bueno. Debe protegerse. Cuenta con excelentes infraestructuras, es ideal.

-Pero la tasa de paro es del 33%, y del 48% entre los jóvenes...

- Sí, es un grave problema, un cáncer. Los jóvenes están muy bien formados y el hecho de que tengan que emigrar es un problema para el crecimiento a largo plazo. Es algo contra lo que hay que luchar. Una fuga de cerebros es algo catastrófico para un país. En Alemania, en 2011, ha vuelto a crecer la población debido a la cantidad de trabajadores que han venido a trabajar. Para nosotros es algo positivo, pero no para sus países de origen. Me gusta que Alemania use sus posibilidades, pero no a costa de perjudicar a sus vecinos, por lo que soy de la opinión de que hay que mejorar las condiciones en esos países para que la gente no tenga que emigrar.