Los datos corroboran que no hubo engorde de los números

El ministro de Hacienda se sirvió del balance de la ejecución presupuestaria para desmontar la noticia difundida en ámbitos comunitarios de que el Gobierno de Mariano Rajoy podría haber inflado a comienzos de año las cifras de déficit público para justificar unos ajustes tan agresivos como los que ha llevado a cabo en sus dos meses de mandato. Una información que, de haberse corroborado, habría dañado de forma considerable la credibilidad de España.

«Evidentemente el 8,5% (de déficit) está ahí, quién diga dentro o fuera de la Comisión Europea que se está inflando no es que engañe, es que es un perfecto desconocedor de la calidad de la estadística contable de España», subrayó. Montoro rompió una lanza a favor de las cifras económicas que publican con regularidad los organismos oficiales y subrayó que «una cosa es que se hagan políticas que no logren sus objetivos y otra dudar de las estadísticas». Las que se elaboran en España, recalcó, «están en el primer rango de Europa y no tienen que envidiar a las de ningún país».

El ministro no quiso identificar responsables. Preguntado por la posibilidad de que la tesis de un déficit inflado como arma política pudiese provenir de ámbitos socialistas, se limitó a comentar que «venga de donde venga, esa fuente cuando menos es un completo desconocedor de cómo se elabora, articula y envía esa información en España». El responsable de Hacienda puso en valor que el resultado no supone «tanta sorpresa» respecto de lo anunciado por otros miembros del Ejecutivo, que cifraron el desfase entre ingresos y gastos en torno al 8,2% del PIB o algo más.

E insistió en que la información sobre el posible engorde artificial de las cifras «es de alguien que no entiende nada», porque «no hay posibilidad de hacer en España esos ejercicios de enmascaramiento». «Es lamentable porque no saben de qué hablan», concluyó.