Un leal al régimen de El-Asad exhibe una bandera siria en Damasco. :: KHALED AL-HARIRI / REUTERS
MUNDO

La Siria oficial escenifica su apoyo a El-Asad

El régimen celebra el referéndum constitucional ajeno al clima de guerra que se vive en el paísMientras el ministro de Interior anunciaba la alta participación la represión se cobraba decenas de vidas en los bastiones rebeldes

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Aplausos, empujones y gritos de emoción. El matrimonio El-Asad llega al centro electoral de Damasco para depositar las papeletas a favor de la reforma de la Constitución. Televisiones y fotógrafos -el voto tiene lugar en la sede central de la televisión nacional, en plena plaza de los Omeyas- se disputan el momento clave de la jornada. Él, de traje azul marino y corbata, como en los millones de fotografías distribuidas por el país, ella, de negro riguroso. Siguiendo las noticias a través de los medios oficiales, la percepción es de «una jornada marcada por la normalidad en la mayor parte de las provincias», según el ministro de Interior, Mohammed al-Shaar, que destacó ayer «la enorme participación ciudadana».

Es la cara de la Siria oficial, la que sigue con su programa de reformas ajena a la presión de la comunidad internacional y a pesar de las protestas de buena parte de la sociedad que duran ya casi un año y en las que más de 5.000 personas han perdido la vida, según Naciones Unidas. Las urnas se abrieron a las siete de la mañana y se cerraron a las diez de la noche, tres horas después de lo inicialmente previsto, porque las autoridades consideraron que la afluencia estaba siendo «mayor de lo esperado». Catorce millones de ciudadanos tenían derecho a votar la nueva Carta Magna, la gran apuesta de Bashar el-Asad para responder a las demandas de la calle.

La oposición política al régimen llamó al boicot del proceso y contó con el respaldo de líderes occidentales como Hillary Clinton, secretaria de Estado estadounidense, que calificó el referéndum de «ridículo». En las fotos e imágenes difundidas por los medios oficiales se veían largas colas, pero las informaciones de medios como la BBC, presentes en Damasco, hablaban de «centros medio vacíos con el paso de las horas». A El-Asad le quedan importantes apoyos dentro del país como las minorías religiosas y, a diferencia de lo ocurrido en Libia, los altos cargos del sistema siguen unidos en torno a la figura del mandatario, sin fisuras aparentes.

La prensa afín a las autoridades de Damasco centró la atención en torno a los 14.185 centros abiertos en todo el país y sobre todo en los 581 colegios electorales de Homs, ciudad del centro del país donde el Ejército bombardea desde hace tres semanas varios barrios en poder de la oposición. Esta información contrastó con la ofrecida por los opositores, que denunciaron la muerte de al menos 26 personas en una nueva jornada de violencia en el propio Homs y en otros bastiones rebeldes como Idlib, Hama o Deraa.

En medio de este clima de guerra, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Media Luna Roja siguieron por segundo día consecutivo negociando la evacuación de heridos del barrio de Bab Amro, en Homs, entre ellos dos periodistas extranjeros heridos en el ataque del pasado miércoles que costó la vida a otros dos reporteros occidentales. «Estamos trabajando de buena fe y necesitamos llegar a un consenso entre todos los implicados en la violencia», señaló la portavoz del CICR, Carla Haddad.

Principales enmiendas

Las principales enmiendas a la Constitución son las que limitan a dos el número de mandatos presidenciales y el paso de un sistema de partido único a uno multipartidista. En líneas generales, sigue siendo un texto en el que el presidente conserva poderes importantes como la elección del primer ministro, independientemente de la mayoría parlamentaria, y la potestad de rechazar las leyes.

El borrador de la Carta Magna, no en vano, lo preparó un comité elegido por el propio El-Asad que, pese a llevar dos mandatos presidenciales -obtuvo el respaldo popular en 2000 y 2007 con más del 97% de los votos-, podría empezar de cero a partir de la aprobación del nuevo texto. En caso de imponerse en los próximos dos comicios, se perpetuaría en el poder hasta 2026, cuando cumpla 61 años.

La redacción de una nueva Constitución era una de las principales demandas al inicio del levantamiento popular contra el régimen sirio el pasado marzo, pero la sangrienta represión ha llevado a los opositores a exigir la renuncia del presidente.