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UNOS OSCAR EN BLANCO Y NEGRO

La cinta francesa 'The Artist' parte como favorita en unos premios que pueden darles alegrías a Fernando Trueba y Alberto IglesiasMeryl Streep compite por su tercer Oscar y Woody Allen intentará traer alguno al cine español

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El 'New York Times' lo tiene claro. 'The Artist' ganará en los Oscar porque es «una película encantadora, llena de amor por otras películas y con el cosmopolitismo que la Academia adora. Junto con 'El discurso del rey', define lo que es hoy una cinta de Oscar: bien hecha, emocionalmente accesible... y distribuida por los hermanos Weinstein». Ahí es nada: un filme francés, mudo y en blanco y negro consagrado en la misma Meca del Cine que Michel Hazanavicius reproduce con gozosa nostalgia. Sólo una película muda ha ganado el Oscar: 'Alas', en la primera edición de los premios, en 1929. Esta noche 'The Artist' puede ser la segunda.

Únicamente Martin Scorsese supera las diez candidaturas de la favorita. 'La invención de Hugo', recién estrenada entre nosotros, tiene puntos en contacto con la historia de George Valentin, la estrella del cine mudo de 'The Artist' superada por el sonoro. También mira hacia los orígenes del Séptimo Arte y reivindica su inocencia y capacidad de fascinación. Con nueve candidatas a mejor película la tensión se diluye. Salvo en lo que nos atañe en España: Fernando Trueba, codirector de 'Chico y Rita' junto a Javier Mariscal, puede volver a darle las gracias a su dios particular, Billy Wilder, casi veinte años después de 'Belle Epoque'; por su parte, el compositor Alberto Iglesias confía en que a la tercera vaya la vencida. Aunque sea con la música de 'El topo' y no con la que le ha proporcionado su décimo Goya, 'La piel que habito'.

Tan importantes son los méritos de 'The Artist' como la influencia del productor Harvey Weinstein, empeñado en llevar la cinta a los Oscar desde que la compró en el Festival de Cannes y repetir así la jugada del pasado año con 'El discurso del rey'. El público sale feliz tras asistir a la ingeniosa recreación de los modos del cine silente. Descubre que no sólo es posible seguir una historia sin diálogos, sino también emocionarse. Por algo los buenos directores regresan a los clásicos mudos una y otra vez para recordar que el cine es el arte de contar en imágenes.

La buena prensa de 'The Artist' no se ha traducido sin embargo en un fenómeno en taquilla. El presidente de nuestra Academia del Cine y propietario de Alta Films, Enrique González Macho, apostó fuerte por ella pero se ha tenido que conformar con 380.000 espectadores. Algunas salas hasta prevenían con carteles que era muda y en blanco y negro. Para animar al personal. Tres Globos de Oro -entre ellos el de mejor comedia y musical- y los premios del Sindicato de Productores y el de los directores auguran su éxito.

Clooney, sin glamour

Para vergüenza de los académicos, Martin Scorsese tuvo que esperar hasta 'Infiltrados' en 2006 -su octava nominación- para alzar la estatuilla; al parecer, 'Toro salvaje' y 'Uno de los nuestros' no la merecían. 'La invención de Hugo' debería arrasar en los apartados técnicos por su recreación en 3D de un París de ensueño donde un huérfano descubre al mago y pionero del cinematógrafo, George Méliès. A sus 69 años, Scorsese se niega a repetirse y es capaz de firmar una fábula fascinante que funciona a dos niveles: aventura familiar y lección de cine. Demuestra que es posible recuperar la inocencia y asombro del espectador que se apartaba de la pantalla a principios del siglo XX cuando veía llegar el tren de los hermanos Lumière.

George Clooney no las tiene todas consigo por culpa del protagonista de 'The Artist', Jean Dujardin, que ha estudiado inglés a marchas forzadas en los últimos meses para hacer campaña en Los Ángeles. Clooney, que ya tiene un Oscar de reparto por 'Syriana', prescinde de su aura de glamour en 'Los descendientes', donde encarna a un hombre que descubre que su mujer, en coma, le engañaba y debe hacerse cargo de dos hijas adolescentes cuando nunca ha ejercido como padre. Una hermosa comedia dramática sobre legados familiares escrita y dirigida por el gran Alexander Payne ('Entre copas'), capaz de hacer sutil lo trascendente.

Más claro parece el tercer Oscar que recogerá Meryl Streep, sobre todo porque los otros dos hace décadas que los obtuvo: por 'Kramer contra Kramer' y 'La decisión de Sophie'. Su Margaret Thatcher de 'La dama de hierro' casi despierta comprensión, ya que se obvian sus más discutibles decisiones políticas. Streep se acerca al récord de cuatro premios que ostenta Katharine Hepburn.

La última de las tres películas de Woody Allen producidas por Jaume Roures y Mediapro provocará la ilusión de que el cine español gane un Oscar. No sería nada descabellado que venciese en el apartado de guion original, en liza con otra de las nominadas que más morbo despiertan. Justo cuando Irán está en el disparadero internacional, un absorbente drama sobre un matrimonio roto, 'Nader y Simin, una separación', suena como mejor película de habla no inglesa. Un gol de Hollywood a la política exterior de EE UU.