El jerezano Pedro Pacheco, en las elecciones de 2000 como candidato del PA. :: EFE
ANDALUCÍA

Del megáfono al punto com, 30 años de mensajes electorales

De los mítines amenizados por cantantes famosos se ha pasado al hilo directo con el candidato en redes socialesEl paro, la corrupción y los dineros de Madrid centraron ayer como hoy las campañas electorales

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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Treinta años. El PP, partido que aspira a ganar las andaluzas del 25M, utiliza como estrategia la cifra de tres decenios que los socialistas llevan gobernando Andalucía para invitar a reflexionar que ya toca cambio. Los socialistas rebaten que son treinta años de mejoras que aspiran a seguir. Es uno de los temas que alimentarán los mensajes de la campaña, junto al paro, los recortes del Gobierno, el escándalo de los ERE y la defensa de lo público frente a las privatizaciones. ¿Qué asuntos centraron las ocho convocatorias anteriores? Una mirada atrás enseña que muchos mensajes se repiten, aunque a veces con los papeles de los candidatos cambiados. Lo que también ha cambiado es el soporte: Del megáfono de Rafael Escuredo en la campaña del primer 28 de febrero (ya 32 años) se ha pasado a los blogs, sms y twitter de Griñán, Arenas y demás candidatos.

La guerra de las Malvinas y el mundial de fútbol centraban la atención internacional y nacional. A esto se unían los ecos del frustrado golpe militar del 23-F. El cambio político se presentía inminente y empezó en Andalucía. La victoria del PSOE el 23 de mayo en las primeras elecciones autonómicas fue el anticipo de la de los socialistas en las generales de octubre. PSOE y comunistas rentabilizaron el 28F y el estatuto. Rafael Escuredo apostó fuerte por la palabra Andalucía en sus carteles, mientras Alianza Popular estrenaba campaña en Andalucía con un joven notario de candidato, Antonio Hernández Mancha. La tensión por la primera victoria de la izquierda ganó todo el debate. Con ella sus promesas de igualdad y reforma agraria. Hubo dos lemas protagonistas. El del PCA y el de la Confederación de Empresarios de Andalucía. Con 'Juntos, podemos' los comunistas, encabezados por Felipe Alcaraz, invitaban al voto útil. La CEA trató de evitarlo con una publicidad con el dibujo de una manzana que sostenía un puño como el del PSOE y de la que salía un gusano con la hoz y el martillo comunistas. «Vota seriamente y que nadie te equivoque», decía el lema. El PSOE sacó 66 diputados de 109, mientras IU, 8; AP (17), UCD (15) y PSA (3).

Los comunistas rompieron con los socialistas y para las elecciones de 1986 apostaron por el carismático alcalde de Córdoba, Julio Anguita. La entrada de España en la OTAN y la reforma agraria, frenada en los tribunales, centraron el debate andaluz. Las elecciones, celebradas el 22 de junio, confluían con las generales y eso permitió la singularidad de ver a un catalán, Miguel Roca, hacer campaña en Andalucía para su proyecto fallido del PRD. Hubo mucha tensión en aquellas elecciones, pero lo más ruidoso fue el gol de Butragueño en el partido de España contra Dinamarca. En su retransmisión por TVE se coló el anagrama del PSOE justo cuando el madridista marcaba, lo que fue explicado como un error técnico. Los grandes actos electorales eran los mítines, para los que se gastaba dinero sin miramientos en la contratación de artistas: Serrat, Carlos Cano, Rocío Jurado... Ganó Rodríguez de la Borbolla, pero el PSOE bajó a 60 diputados; AP-PDP subió a 28 escaños con Hernández Mancha, IU a 19 y el PA se quedó en dos.

La Exposición Universal de Sevilla, para la que faltaban dos años, fue el tema excusa para los agravios provinciales por todas las obras que se estaban construyendo en Sevilla. No fue el único. El PSOE presentaba como candidato a Manuel Chaves, ministro de Trabajo. La oposición le tildó de «candidato a palos», pues fue reacio a dejar Madrid. Gabino Puche, candidato del PP, sacó partido de ello. Pero la A92 en marcha y otras importantes infraestructuras fueron gancho suficiente para que el eslogan socialista 'La fuerza del sur' ganara de nuevo, incluso sumando dos escaños: 62, mientras que el PP bajó a 26, IU a 11 y el PA, que presentaba a un joven Pedro Pacheco, subió a 10 diputados.

Las elecciones de 1994 se celebraron otra vez separadas de las generales, pero con las europeas, y de nuevo en junio. Las nuevas televisiones, las privadas y Canal Sur, jugaron un papel importante, así como los vídeos electorales. Los casos de corrupción que afectaban al PSOE, entre ellos el de Juan Guerra, las luchas internas de los socialistas y el aumento del paro, centraron los mensajes de campaña. Manuel Chaves trató de convencer haciendo valer las mejoras realizadas y el miedo a que la derecha acabara con el estado del bienestar. Pero el desencanto había hecho mella. Un joven Javier Arenas, prematuramente encanecido, brilló con su mensaje 'Centrados en Andalucía'. Bombardeó a Chaves con apelativos como «presidente del paro», «mandado de Felipe González» y «el más moroso de España» y acusaciones de despilfarro en el único debate televisivo. Acusaciones que se parecen mucho a las que hoy dirige contra Griñán. Arenas logró duplicar los escaños del PP, hasta 41, mientras que el PSOE bajó a 45. Pero la beneficiada fue Izquierda Unida, que subió a 20 con Luis Carlos Rejón, mientras el nuevo experimento andalucista, Poder Andaluz, se quedó en tres escaños. Lo que siguió fue el bienio de la 'pinza', que llevó a Diego Valderas a la presidencia del Parlamento y a Chaves a adelantar las elecciones dos años después.

Otra vez con las generales de las que ya no se separa hasta las del 25M, se celebraron el 3 de marzo. La corrupción, con el caso Guerra coleando y el de Roldán en pleno auge, unido a las disputas entre guerristas y renovadores, fueron los temas candentes de la campaña de 1996. El PP hace de la corrupción su principal tema de desgaste. En esta campaña entra en liza la 'deuda histórica', pero el PSOE aprende a rentabilizar la 'pinza' PP e IU. El mensaje destacado fue el de Chaves al final de cada mitin: «¡Vamos a darle la vuelta a las encuestas!». González pierde la Moncloa y gana Aznar, pero sorpresivamente Chaves remonta hasta 52 escaños. El PP de Arenas se estanca en 40, Izquierda Unida, con Rejón, baja a 13, mientras el PA sube a 4 diputados. Chaves pacta con Rojas Marcos el primer gobierno de coalición entre socialistas y andalucistas.

Javier Arenas marcha a Madrid como ministro de Trabajo primero y secretario general del PP después y deja a Teófila Martínez, alcaldesa de Cádiz, como presidenta del partido en Andalucía y candidata a la Junta en 2000. La campaña tendrá en Teófila la mayor novedad, al ser la primera mujer de un partido principal que aspira a la Junta. El PP la presentó como 'La revolución que Andalucía necesita'. La confrontación con el Gobierno de Aznar por la 'deuda histórica', la paga extra de las pensiones que Madrid recurre, los intentos de Zaplana de cambiar el PER o no haber contabilizado a 400.000 andaluces en la financiación de la comunidad surgirán como agravios comparativos. El desastre de Aznalcóllar que ha afectado al entorno de Doñana no repercute electoralmente, pues Gobierno y Junta se han repartido culpas y gastos. Hay polémicas que todavía hoy colean, como la financiación autonómica y los tomates de Marruecos. Una propuesta hizo mucho ruido, la de Teófila Martínez para que se cediera a las comunidades el 50% del IRPF, que luego tuvo recorrido. Otras han quedado definitivamente superadas, como la caja única de Chaves. El efecto Aznar empujó al PP a los 46 diputados, aunque el PSOE mantuvo su mayoría de 52, mientras el PA sube a 6 e Izquierda Unida baja a 6 con Antonio Romero, representación en la que se ha estancado.

Los sms de los móviles entran an acción, como se vio tras el atentado del 11 de marzo. Pero antes del aciago día que trastocó la campaña electoral más triste de la democracia, los candidatos andaluces estaban enfrascados en una polémica que poco importaba a los ciudadanos: la financiación autonómica. Un tema que deja a las claras lo gris de la campaña, envuelta en nuevas promesas de Chaves (un paciente, una cama; un ordenador por alumno y colegios bilingües) y en críticos mensajes de Martínez, cuyo lema 'Andalucía, más y mejor' no caló lo suficiente. Tampoco sus continuas alusiones al Gobierno catalán de Maragall y al tripartito, otro de los temas recurrentes. Sí lo hizo el mensaje que Chaves repetía cada mitin: «Defiendo los intereses de los andaluces mejor que el PP». El PSOE recuperó la mayoría absoluta perdida diez años antes, sumando hasta 61 escaños, mientras el PP bajó a 37, IU siguió en 6 diputados y el PA en 5.

El mayor aliciente de la campaña de 2008 fue volver a ver cara a cara a Chaves y Arenas después de 14 años. Un nuevo debate televisivo, esta vez en Canal Sur, donde se volvió a ver al dirigente popular correoso de otros tiempos tratando de minar la credibilidad de Chaves. No sacó la foto de la casa Sudheim (que iba a ser residencia del presidente) como en 1994, pero sí su cuenta de ahorros para criticar que Chaves ahorrase tan poco. «A honestidad no me gana», dijo Chaves más de una vez aquella campaña, en la que Arenas quiso poner en evidencia sus promesas incumplidas, como la del pleno empleo.

La crisis ya estaba aquí, pero en la campaña no se notó. Todos hacían promesas como si el dinero no ser fuera a acabar nunca. El talante de Zapatero arrastró al PSOE en Andalucía, pero se comenzó a notar el declive tras 30 años. Baja a 57 diputados, mientras Arenas coloca al PP de nuevo en 47, e IU mantiene los 6 escaños. El PA queda fuera del Parlamento. Chaves prepara su sucesión. Un año después Griñán le releva en la Junta.

La crisis empobrecerá los actos públicos de la campaña.No habrá cantantes, pero sí mucha actividad en las redes sociales. Griñán es un forofo del 'twitter'. Arenas lo intenta. Valderas, no.