El crucificado lució espléndido , envuelto en el aroma de incienso de la histórica parroquia. :: ESTEBAN
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El Santo Crucifijo abre la Cuaresma en San Miguel

Los fieles acudieron en masa a contemplar la bella estampa de una imagen que un año más obvió la corona de espinas

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Con un sol que anuncia buen tiempo para la Semana Mayor, la Cuaresma inició su andadura con una cita indispensable en la Santa Iglesia Catedral. Perdón, reconciliación y conversión serán a partir de ahora palabras esenciales en el vocabulario de la iglesia diocesana. En la seo jerezana, el obispo presidió la eucaristía de cenizas. José Mazuelos insistió en la necesidad de convertirse en la fe, y de creer en el evangelio, las palabras que luego usó cuando impuso la ceniza al finalizar la eucaristía. Con este acto litúrgico, la diócesis se pone en marcha hacia la resurrección de Cristo.

Así, en la iglesia de San Miguel, el Santo Crucifijo aperturó la cuaresma con el besapiés a su imagen cristífera. De nuevo, el crucificado lució espléndido en la cruz de guía de la corporación, de plata de ley, envuelto en los aromas del incienso y en las sombras del sagrario de la histórica parroquia jerezana. Durante toda la jornada, el imponente crucificado de Arce estuvo expuesto a la veneración de los fieles, que acudieron en masa a contemplar la bella estampa de una imagen que un año más obvió la corona de espinas y las potencias de oro.

No fue la única ocasión de contemplar la belleza de las imágenes procesionales de la ciudad en el primer día de Cuaresma. Cerca de San Miguel, en la iglesia de San Francisco, estuvo expuesta la imagen del Señor de la Vía-Crucis. Como novedad, la cofradía que dirige Juan Lupión recupera el formato tradicional de besamanos y besapiés, por lo que la bella imagen de Chaveli no se expondrá hasta el viernes, sino que finalizó ayer su besamanos. Está previsto que el próximo domingo Nuestra Señora de la Esperanza esté expuesta en besamanos, al igual que Nuestra Señora de la Encarnación en la parroquia de San Miguel.

El miércoles de ceniza sirvió también para encontrar nuevas sensaciones en la iglesia de Capuchinos gracias al acto cultual de la Sagrada Mortaja, que en breve presentará su grupo escultórico. Y la parroquia de San Pedro sirvió de escenario para que el el Ecce-Homo se expusiera también a la veneración de los fieles. Citas que con el paso de los años se están convirtiendo ya en tradicionales.