Fachada de la vivienda que fue incendiada por Juan Alfonso S. M. en Jerez. :: J. CARLOS CORCHADO
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Condenan a cuatro años a un joven por quemar la casa de su expareja

La Audiencia reconoce que el acusado, vecino de Jerez, sufría un ataque de celos, pero no considera que eso lo exima de la culpa

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Juan Alfonso S. M nunca llegó a asumir que su esposa, con la que estuvo casado tres años y medio y con la que tuvo un hijo en común, quisiera divorciarse de él. Tampoco digirió que ella rehiciera su vida sin él, así que tomado por los celos, cumplió la amenaza que tantas veces le advirtió cuando se separaron: que le quemaría su casa. En la madrugada del 29 de julio de 2007, Juan Alfonso S. M. roció de gasolina el sofá y la cama de la vivienda y le prendió fuego, causando un incendio que puso en grave riesgo a las 33 familias del mismo bloque. La Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado ahora a este joven de 31 años y vecino de Jerez a cuatro años y ocho meses de cárcel por un delito de incendio y por otro de amenazas leves. El tribunal provincial le ha prohibido además que se acerque a su expareja a menos de 500 metros durante un periodo de siete años y ocho meses.

Cuando ocurrieron los hechos, Juan Alfonso y su exmujer llevaban un mes separados, después de tres años y medio de convivencia. Aquella noche del 29 de julio, alrededor de las cinco de la mañana, el condenado (que tenía entonces 26 años) se encontró casualmente con su expareja en una discoteca de Jerez, en la Plaza del Mercado, e intentó supuestamente «darle un beso», según relata la sentencia, dictada por la Sección Tercera de la Audiencia -especializada en asuntos de violencia de género-. Cuando la expareja de Juan Alfonso le repelió, éste comenzó a insultarla y se dirigió al domicilio de ella. «Con la finalidad de impedir que Sara pudiera compartir su piso con otro hombre», continúa la sentencia, «decidió prenderle fuego». Entró en la casa con el juego de llaves que aún conservaba y con una garrafa de gasolina, quemó la cama de matrimonio y el sofá del salón, «provocando de inmediato grandes llamaradas».

Cuando salió de la casa, el condenado llamó por teléfono móvil a su exesposa y le contó lo que había hecho, no sin antes insultarla y acusarla de haberle «buscado la ruina». Una amiga de la víctima, al ver «el estado de descomposición» de esta, cogió entonces el teléfono y recibió también las amenazas de Juan Alfonso: «A ti te voy a hacer lo mismo», le espetó, según el tribunal. Después, llamó a su exsuegro y a la Policía Nacional, a cuyos agentes admitió que «estaba arrepentido». Esta confesión le ha valido un atenuante, que le ha permitido una rebaja en la pena que solicitaba la Fiscalía (de siete años y medio). Sin embargo, el tribunal no ha aceptado los celos como causa de un arrebato psicológico, como pretendía la defensa para que se exculpara de manera total a Juan Alfonso.