Cameron frena las demandas de Rajoy sobre Gibraltar
El presidente reconoce que España y el Reino Unido mantienen «posiciones diferentes» sobre el contencioso histórico bilateral
LONDRES. Actualizado: GuardarMariano Rajoy y el primer ministro británico, David Cameron, coincidieron en calificar de «excelentes» las relaciones entre España y el Reino Unido. El único escollo, el de siempre: Gibraltar.
El PP pasó media legislatura pasada asegurando que si Rajoy llegaba a la Moncloa el Gobierno español reclamaría un nuevo escenario de negociación. Y, efectivamente, Rajoy planteó a Cameron la posibilidad iniciar conversaciones sobre la soberanía del Peñón sin contar con las autoridades gibraltareñas. El rotundo «no» que el primer ministro del Reino Unido ofreció a esta propuesta, y que repitió en la rueda de prensa conjunta posterior al encuentro, se convirtió en el primer revés en política exterior de la administración Rajoy. «La posición del Reino Unido sobre Gibraltar no ha cambiado», sentenció Cameron.
En Londres no están para bromas en relación con el presente y el futuro de sus colonias, sobre todo tras el aumento de la tensión diplomática entre el Reino Unido y Argentina en relación a las Malvinas.
Rebajar tensión
Tampoco conservan buen recuerdo del estreno del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, que en tono jocoso le dedicó al eurodiputado conservador británico Charles Tannock el famoso latiguillo de «Gibraltar, español».
Rajoy intentó rebajar la importancia de la negativa de su homólogo británico y constató las «posiciones diferentes» que ambos tienen sobre el contencioso. Puso el foco en que, pese al desacuerdo, negociarán a un segundo nivel. La cita será mañana, cuando Margallo se desplace a Londres, acompañado por el titular de Defensa, Pedro Morenés, para participar en una conferencia que ha organizado el Reino Unido sobre la situación en Somalia.
Cameron lo pudo decir más alto, pero no más claro. «Son los gibraltareños quienes deben decidir su futuro y no hablaremos de Gibraltar sin trabajar con los gibraltareños», espetó, aunque sin citar de forma expresa la palabra soberanía.
Una propuesta contraria a la que planteó Rajoy, que quiere establecer dos planos de contactos. Solo quiere sentarse en la mesa que se hable de soberanía con el Reino Unido, no con Gibraltar. Sí se mostró partidario de mantener el denominado foro de diálogo que creó el Gobierno socialista en 2004 y en el que participan los ejecutivos español y británico junto a las autoridades gibraltareñas, pero con una importante novedad: la inclusión de representantes de los ayuntamientos gaditanos del Campo de Gibraltar.
Todo después de que, en diciembre del año pasado, el PP diera por muerto este foro tripartito por no considerar «aceptable» que España compartiera el mismo rango que Gibraltar en estas conversaciones.